Secciones
Servicios
Destacamos
Pasaban 5 minutos de las 12.30 horas del lunes y en la Catedral de Oviedo se fundieron los plomos. Como los de toda España, ... vamos, que del pagón no se libró ni el Altísimo. Estaban en ese momento en el templo los representantes de las máximas instituciones de Asturias: el Principado, la Junta General y el Gobierno de España. O lo que es lo mismo, Adrián Barbón, Juan Cofiño y Adriana Lastra. Junto a ellos, representantes de la judicatura, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, partidos políticos, empresarios,... En definitiva, la Asturias que de una forma u otra manda en nuestra región. Y estaban allí porque a esa hora se celebraba en la Catedral, oficiada por arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, el funeral por el Papa Francisco.
Alguna de estas mirillas han sido dedicadas a Sanz Montes, por ese afán de inmiscuirse en los asuntos tan poco divinos como son los políticos. Pero no será hoy el caso. Tampoco el Papa Francisco, el Sumo Pontífice tan incómodo para el ala más retrógrada de la Iglesia católica y al que, lamentablemente, le faltó tiempo para limpiar la casa. Hablaremos de Barbón, Cofiño y Lastra, el triunvirato que en septiembre pasado plantó al arzobispo en la misa de Covadonga –una gran decisión– en protesta por las homolías misóginas, homófobas y xenófobas que acostumbraba a pronunciar Sanz Montes en años anteriores.
No seré yo quien cuestione su fe. ampoco seré yo quien objete que Barbón, Cofiño y Lastra acudan a actos religioso a título personal, sí como presidentes del Principado, de la Junta y Delegación del Gobierno, como fue el caso. Acudiendo a estos actos sólo representan a los asturianos que viven su fe católica activamente. Al resto, a los que defendemos una separación clara de las instituciones del Estado de las eclesiásticas, se nos discrimina. Cada vez se hace más necesario un reglamento autonómico de laicidad. A misa se va a título personal, no como presidente del Principado, de la Junta, como delegada del Gobierno o como alcalde. Porque, como dijo el Papa Francisco, «los laicos no son 'invitados' en la Iglesia, sino auténticos protagonistas de su misión».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.