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Nunca llega la paz

Diego Carcedo

Oviedo

Domingo, 29 de junio 2025, 02:00

La paz es un sueño que nunca se confirma. Todos los días escuchamos llamamientos de los políticos de todas las ideologías, incluidos los que enseguida ... inician la guerra. Algunos intelectuales realistas culpan a la incapacidad del ser humano de renunciar a la violencia para conseguir sus ambiciones de poder, político o territorial, da lo mismo, o darle rienda suelta al odio y los deseos de venganza. El recuerdo de la crueldad de la guerra estremece, pero no la descarta. En España todavía hay algunos que recuerdan la que todavía no hace un siglo dividió a la sociedad y dejó un saldo trágico de medio millón de muertos. Estos años últimos, después del final de la llamada Guerra Fría que tenía de los nervios a los europeos temerosos de una tercera contienda, vivimos un periodo de casi insólita tranquilidad. Por fortuna esta situación no creo pasividad. Los gobernantes de aquellos años cincuenta y sesenta consiguieron ponerse de acuerdo para renunciar a los viejos rencores y lograron lo que parecía imposible: dos organizaciones plurinacionales, una para el fomento de la cooperación, la Unión Europea, y otra concebida para garantizar la defensa ante las amenazas, la Alianza Atlántica. La primera integrada hoy por veintisiete países que se han venido incorporando con el paso de los años y la segunda por treinta y dos.

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