Duro, una nueva etapa

El 9 de marzo, el Consejo de Ministros aprobaba el rescate de la empresa con la aportación de 120 millones de euros procedentes del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas. Parecía que iba a iniciarse el rescate por parte de la SEPI, pero surgió un problema entre los bancos y Duro Felguera, ya que los acreedores consideraban que la fecha de liberación de los avales debería coincidir con la aportación de capital por parte del Estado, estimada esta última para finales de junio. Duro Felguera mantuvo que la aportación de avales tendría que realizarse con la llegada del primer préstamo ordinario de 20 millones y el desacuerdo se prolongó durante seis semanas. En los últimos años, los problemas de tesorería impidieron que Duro Felguera pudiera ejecutar proyectos que tenía en cartera y la posibilidad de presentarse a nuevos concursos, de ahí el interés por acelerar la liberación de los avales. La primera entrega de 20 millones, como préstamo ordinario, servirá para cubrir las urgencias. Luego se procederá a otra entrega de 20 millones en forma de préstamo participativo. En la segunda fase del rescate se implementará un nuevo préstamo participativo de 50 millones y el proceso de saneamiento culminará con la aportación de capital de 30 millones, antes de finalizar el primer semestre del año. En paralelo a la aportación financiera, Duro Felguera y la SEPI continuarán en la búsqueda de un socio industrial -o varios socios- para que actúe como inversor al inyectar capital, participe en la gestión y traiga nuevos proyectos a la cartera de pedidos. La idea de la SEPI es abandonar el accionariado de la empresa en cuanto esté asegurada la viabilidad. El Fondo de Apoyo a la Solvencia está creado como instrumento para evitar la quiebra de empresas de contenido estratégico que atraviesan coyunturales problemas de solvencia, no como fórmula para reeditar el viejo modelo de un sector público industrial controlado por el Gobierno al que se le inyectan repetidamente recursos desde los Presupuestos Generales del Estado para compensar sus ineficiencias. Duro Felguera, como cualquier empresa, debe demostrar que es viable en el mercado. Prueba de lo anterior es que la SEPI contempla que el dinero a invertir en el fondo de ampliación de capital sea inferior a la cantidad que aporte el futuro socio inversor. Si al finalizar junio no se hubiera incorporado un inversor, la SEPI entregaría íntegramente los 30 millones en forma de préstamo participativo, sin entrar en el capital. El Principado va a colaborar con seis millones en la inyección financiera a la empresa asturiana. Es la primera operación con una gran empresa del Gobierno regional. La revalorización de Duro Felguera en el mercado bursátil, en los primeros meses del año, alcanzó el 66%; aunque luego fue penalizada por dilatarse de forma inesperada la decisión tomada por el Consejo de Ministros. Pero, en conjunto, su evolución en el mercado es positiva.

Es de esperar que la gestión de Jaime Argüelles sirva para recuperar el prestigio que llevó a hacer de Duro Felguera la primera empresa de bienes de equipo de España. Su dilatada y exitosa carrera profesional iniciada en Capsa, continuada en Bosch y Grupo Celsa, para alcanzar las máximas responsabilidades en el sector de la celulosa, primero en Ence y, luego, en CMPC, hacen pensar que Duro Felguera está en buenas manos para iniciar la nueva etapa. La operación para recuperar la centenaria compañía asturiana debe servir de ejemplo de un apoyo eficaz a las empresas estratétigas para Asturias.