La política y la locura
La locura es la privación del juicio o la razón. Según la mayoría de los medios, singularmente los zurdos, Trump es el modelo que aúna ... esos elementos. Dicen esos mismos medios que hasta tal punto es el prototipo de tal enajenación, que el pueblo americano se ha manifestado masivamente contra su política de aranceles, de migración y de género y cifran el número de participantes en las protestas en medio millón, cifra ridícula teniendo en cuenta los trescientos cincuenta millones de habitantes de los EE UU. ¿Es realmente así? Aunque estos días he perdido una importante cantidad de dinero en la bolsa, no estoy seguro. Me imagino que detrás de esas decisiones hay un equipo de expertos que quieren resetear la economía mundial y que tras la tempestad vendrá la calma y las bolsas retornarán a sus valores de hace unas semanas. Un empresario triunfador y multimillonario como Trump, tonto no es. Vanidoso, soez e iluminado, quizá, pero tonto no. Cierto que la crítica es feroz, pero también que cuando el mundo estaba gobernado por un anciano claramente incapacitado ningún medio de los zurdos cuestionaba su ineptitud.
Estos movimientos telúricos servirán, al menos, para que Europa despierte del letargo en el que está sumida y dé contenido al nombre con que se la conoce, 'Unión' Europea. Aunque con Trump mi economía se resiente, me preocupa mucho más la política nacional, porque con ella pierdo la fe en la democracia, en las Constitución, en el estado derecho. El dinero acaba recuperándose, determinadas decisiones del régimen actual, no. En todo caso, no olvidemos que Trump ganó las elecciones por abrumadora mayoría y tiene todo el derecho a aplicar su programa electoral: es la democracia. Lo contrario de lo que ocurre en España: el perdedor gobierna y aplica un programa diametralmente opuesto al que presentó a las elecciones. En fin, Trump es sincero, Sánchez un mentiroso.
Me basta para no repudiar a Trump ver a Obama posicionarse en su contra, cuando es el principal culpable del movimiento trumpista. Obama es a Trump lo que Zapatero a Aznar. Ambos viven de sus réditos políticos. Como decía un dirigente del PP, Zapatero ve cómo crece su cuenta corriente mientras su honor disminuye. Por cierto, tiene tendencia a llevarse bien solo con dictadores (léase Venezuela y China). A los medios zurdos solo les preocupa Trump en el exterior y Mazón en España, pero pasan por alto y disculpan los ataques que el régimen sanchista infringe a la Constitución, al principio de igualdad, a la separación de poderes y a la defensa de nuestras fronteras. Eso sí que es una locura. Dicen que con Trump se debilita la democracia, pero olvidan que en nuestro país la democracia es irreconocible y que el actual Gobierno es ilegítimo. Piden al PP que rompa con Vox, pero ellos pactan con delincuentes, separatistas, independentistas, herederos de ETA y nacionalistas. No nos desanimemos, el hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo.
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