Industria sostenible
Asturias no puede salir de nuevo desfavorecida en el reparto de los fondos, pero necesita presentar proyectos ambiciosos y sólidos
El proceso de transformación de la industria tradicional resulta obligado por el objetivo de descarbonización asumido por la Unión Europea y estimulado por los fondos ... aprobados para realizar una transición justa y crear un sistema productivo que esté en consonancia con los nuevos paradigmas medioambientales. La renovación periódica de la cabecera siderúrgica de Arcelor se encuentra afectada tanto por la exigencia de reducir las emisiones de CO2 como por la posibilidad de contar con los recursos del Mecanismo de Reconstrucción y Resiliencia. Como suele ocurrir con las industrias tractoras, su renovación impulsa proyectos de producción en otros sectores de actividad. Los proyectos de generación de hidrógeno, planteados por EdP, y por la alianza de Enagás y Naturgy, tienen como principal destinatario la industria asturiana y, en particular, Arcelor, que estudia la posibilidad de sustituir su horno alto 'A' por un horno de arco eléctrico, lo que conllevaría un recorte de emisiones de gases de efecto invernadero. El objetivo es producir acero verde, sustituyendo el cok por hidrógeno. Para ello, Arcelor necesitaría tener garantizado un suministro de hidrógeno a gran escala. A día de hoy el mayor inconveniente reside en los elevados costes del proceso que disminuirán cuando los combustibles fósiles sean relevados, de forma general, por el hidrógeno. En la actualidad se estima que solo si se multiplicase por cuatro el precio de la tonelada de carbono sería competitiva la vía del hidrógeno. A ello hay que añadir el coste de la chatarra, materia prima de hornos eléctricos, con precios al alza en todos los mercados y que en el caso europeo sufre la elevación de los aranceles a la exportación marcados por Ucrania, tradicional proveedor de chatarra a la industria europea.
La renovación de la cabecera siderúrgica impulsaría los proyectos de plantas de generación de hidrógeno que recurren a procesos de electrolisis para separar el oxígeno del hidrógeno. La búsqueda de la neutralidad energética hace que se prevea alimentar los procesos de electrolisis con energía de origen renovable, lo que va a impulsar la creación de parques marinos en la costa asturiana. En el caso de que Arcelor se incline por aplazar la construcción del horno eléctrico hasta contar con una estructura de costes más favorable, la alternativa para remodelar el horno alto 'A' pasaría por reducir la huella de carbono con la reutilización de los residuos, como se hace ya con la inyección de gas de cok, y la utilización del gas natural en vez del carbón, como paso previo al uso del hidrógeno, acompañado todo ello de sistemas de captura y almacenamiento de carbono para reducir la carbonización en un 30% para el año 2030.
La renovación de la cabecera siderúrgica sirve para impulsar plantas de hidrógeno y parques eólicos. A ello hay que sumar que el proyecto de Enagás y Naturgy contempla la utilización de la regasificadora de El Musel para exportar hidrógeno al noroeste de Europa, ocho años después de haber finalizado su construcción. La puesta al día del sector industrial tiene que ver con la descarbonización, un objetivo que coloca al hidrógeno como un elemento clave para sustituir al carbón en los procesos industriales. La generación de hidrógeno a partir de energía renovable se presenta como la secuencia de éxito para impulsar la industria en un periodo marcado por el objetivo de la neutralidad de carbono. Si la industria regional no se sube a este tren quedará superada por sus competidores europeos en el corto plazo. De los 60.000 millones que recibirá España de los fondos de reconstrucción, 2.800 irán para la industria; de ellos, 548 serán para las industrias electrointensivas. Siendo Asturias la región más afectada por la problemática de la descarbonización y la más olvidada en el estatuto de consumidores electrointensivos, no sería de recibo que saliera desfavorecida con el reparto de los fondos. Ahora bien, las reglas del juego son muy claras: el dinero será para proyectos sólidos que faciliten la transición ecológica y aporten competitividad a las empresas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión