Se llama Laurent Martín, se le conoce como 'Lo', es francés y es un artista del bambú, arquitecto de este noble material para más señas. ... Sus obras se exponen desde el pasado 6 de julio, y permanecerán hasta septiembre, en el Museo Evaristo Valle pro deleite de visitantes. Esculturas, que en realidad no pretenden serlo, que cuelgan de los árboles de los jardines del museo, piezas que conviven en el interior del palacete con la obra de Valle. Es difícil definir la muestra porque como dice la comisaria de la exposición, «encontró, Lo, no solo un material, sino una filosofía». En realidad, cada una de sus obras transmite sensaciones que van mucho más allá de la simple contemplación de lo bien hecho, generan una espiritualidad difícil de explicar, tal vez también difícil de entender. Pero ahí está, sumiendo al visitante en un mundo sutil, etéreo, intocable, pero que te envuelve sin que te des cuenta y te conduce a un mundo filosófico o espiritual, como se quiera sentir. Por otra parte, tan necesario en estos momentos de materialismo exacerbado, de crispación, de… no sé cómo llamarlo. Es una búsqueda de equilibrio, logrado al menos en el tiempo que dura la visita. Que, aprovecho para decir, no se pierdan. Lleva nuestro artista, Lo, dos décadas estudiando el bambú en cada país donde se encuentra (en las selvas tropicales de Asia, en México, en Brasil, en Indonesia…). Nos dice la comisaria de la exposición, Sana López, que en cada país visitado se rodeaba de maestros artesanos, bebiendo de sabidurías ancestrales y aprendiendo a darle vida al noble bambú. Confiere, Lo, siete virtudes al bambú: espiritualidad, ligereza, equilibrio, flexibilidad, sensualidad, fortaleza y energía. Es la planta de los mil usos: alimento, ropa, material de construcción, celulosa, medicinas…, arte y espiritualidad. No en vano, para el taoísmo representa la fortaleza, la perseverancia y la humildad, virtudes básicas hoy casi olvidadas; y en la cultura asiática atrae la armonía, la prosperidad, la paz y la buena suerte. Todo ello presente en la muestra que ahora se exhibe en museo Evaristo Valle en la exposición bajo el nombre 'Bamboo Planet'; así en la segunda planta del palacete el artista crea el universo del 'Planetario' con figuras en movimiento generando luces y sombras que te acercan al cosmos y te invitan a la reflexión, que el autor considera «un eje vertical que apunta hacia las estrellas», se crea un diálogo que después continúa en los jardines. No se la pierdan, merece la pena y es un lujo que este artista que tiene obra en los museos más importantes del mundo y en privilegiadas colecciones particulares esté en Gijón.
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