El lugar adecuado

Frente al Teatro Jovellanos. Ese es el lugar adecuado para colocar la estatua al actor Arturo Fernández que en su día, y a petición del ... colectivo Gijón Participa y 30.000 firmas de otros tantos ciudadanos, aprobó colocar al más universal actor gijonés la Corporación municipal gijonesa. La petición de hace ya un año, se aprobó pasado verano. Parecía que, en principio, todo estaba encauzado y listo, pero no fue hasta ayer mismo cuando recibió el visto bueno final con luz y taquígrafos. Los organizadores habían dado de plazo hasta febrero para retirarse o seguir. Cabía preguntarse qué ha estado pasando, cuál era el problema. Y créame, gijonés que me está leyendo, que no puede ser más baladí: su ubicación. Los solicitantes, reitero que Gijón Participa y 30.000 firmas más, han abogado siempre por que se instale frente al Teatro Jovellanos y quienes deben autorizarlo, por la plaza de Europa. Ambas ubicaciones son, qué duda cabe, muy céntricas, pero, igual que a los deportistas (entiéndase Quini o Manolo Preciado) se les instaló en las inmediaciones del estadio de El Molinón, parecía normal que Arturo Fernández estuviese frente a su teatro: el Jovellanos. Ese lugar escénico que tantas veces ocupó y que siempre fue su casa. Y así será finalmente. Creo que no había lugar al debate. Tenemos, por otra parte, a Carantoña frente al café Dindurra, el lugar que frecuentaba a diario. Ningún actor gijonés fue tan universal ni llenó durante tantos años el mítico teatro. Pronto hará seis años que nos dejó y para ahondar más en su amor a su Gijón del alma, pidió descansar en el cementerio de Ceares. Es pues un gijonés de pro, nacido en Sanz Crespo y crecido en la antes avenida de Fernández Ladrera, hoy Constitución, que paseó por el mundo su talento artístico. Pero he te aquí que no sabemos presumir de quien tantos galardones y premios recibió a lo largo de su trayectoria (por citar: Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo… y así hasta 25 reconocimientos). Y vergüenza me da, como gijonesa que soy de toda la vida, que Oviedo lo nombrara Hijo Adoptivo y que se adelantara con su estatua. Esa puede que sea otra historia, dejemos a un lado la rivalidad, pero Arturo Fernández le pertenece a Gijón y debemos presumir de ello. En su lugar, frente a nuestro coliseo.