Dones y goles
Jaime Clemente
Domingo, 16 de febrero 2025, 23:34
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Jaime Clemente
Domingo, 16 de febrero 2025, 23:34
No hay nada mejor que un domingo con fútbol para cerrar la semana. Fútbol lejos de horarios que maltratan a los aficionados y muy cerca ... de los amigos que se juntan cada dos semanas para ir al estadio o en el salón de una casa para recordar aquellos días donde eran jóvenes y corrían sobre el verde tratando de explotar sus dones. Dones que, en muchos casos, como en el mío, eran una cuestión de fe. Porque cuando había que demostrar que uno había nacido para ello se veían las carencias y quedaba claro que ese no era mi sitio. Acepté pronto que mi lugar en el mundo del fútbol estaría en la grada del Carlos Tartiere y en las pachangas con los amigos o alguna liga de fútbol sala sin mucho nivel mientras lo combinaba dignamente con el gimnasio, el alpinismo y la noche. Una de las mejores cosas de ser consciente de que tu sitio no está en un mundo donde se exige tanto siendo adolescente, cuando nadie te asegura un futuro, es poder disfrutar de esas horas. No digo que aquellos que tienen las cualidades necesarias para triunfar no lo hagan. Todos conocemos casos y más aún en Oviedo donde toda la noche se junta en una calle que parece que la hicieron en cuesta para que a uno no le sea fácil volver a casa. Pero mi mayor cargo de conciencia, y el de mis amigos, era tener los recuerdos un poco nublados, que esa chica por la que estaríamos dispuestos a cualquier cosa nos rechazase o que cuando uno quisiera darse cuenta el sol hubiera salido y todavía siguiera por la calle. Porque si en algún momento de mi juventud hubiera tenido la posibilidad de tener futuro en el mundo del fútbol, probablemente, la noche se hubiera encargado de hacerlo volar por lo aires. Y no sé como hubiera sido vivir sabiendo que lo tenía todo para triunfar pero que, por inmaduro, un mal entorno y mis vicios todo se fue al traste.
Volvía al Carlos Tartiere uno de los mejores talentos del Requexón, pero que tuvo que salir a mostrar sus cualidades. Al igual que Ricky, que le quedaría mucho mejor la camiseta azul que la blanca, tuvo que hacerlo en el mercado de inverno Jaime. Y nunca termina de ser agradable ver a los de la casa, no a todos, porque algunos no valen, tener que ir a labrarse su carrera fuera cuando aquí dejan la sensación de poder haber tenido un futuro importante. Quizás, si las cosas se gestionaran de otra manera, con más tacto y pensando a largo plazo y no en el futuro inmediato, la vida futbolística de estos guajes dentro de casa hubiera sido diferente.
Solventó Nacho Vidal la falta de acierto de cara a puerta de los de Calleja en la primera parte con un buen cabezazo mientras echaba de menos no jugar con dos delanteros. El valor de estos tres puntos eran muy importantes. No solo para la clasificación, sino para un vestuario, una directiva y una afición que ha pasado unas semanas difíciles. Sufrimos en la segunda parte donde se vieron carencias e inseguridades con balón, pero por suerte el Albacete no hizo muchos méritos para rascar el empate. Lo importante es que el Real Oviedo duerme a un punto del líder y no encuentro un mejor motivo para aislarnos del ruido exterior, unirnos como hemos hecho en tantas ocasiones y llevar a este equipo en volandas a donde se merece. Sigamos soñando despiertos. Sigamos remando juntos. No permitamos que nada ni nadie nos separe.
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