Estado civil: Real Oviedo
Jaime Clemente
Jueves, 12 de junio 2025, 18:36
Hay un momento en la vida donde uno mira a su alrededor y no sabe si ser feliz por lo que le está pasando o ... porque la gente que le rodea está dando saltos de alegría como auténticos locos. Eso fue lo que sentí ayer cuando Don Santiago Cazorla Gonzalez acarició el balón para mandarlo al fondo de las mallas desde la frontal del área. Sin engaños ni escuadras mágicas. Directo al palo del portero, a cara de perro, mandando un mensaje al Almería de que estaban jugando contra el Real Oviedo y no había dicho su última palabra. Porque a este club que tanto han dado por muerto, que tanto han querido enterrar y que tanto han maltratado con sus denuncias los que ahora acuden a asociaciones de veteranos pensando que esta afición no tiene memoria, donde mejor se mueve es en el barro, donde más cómodo se siente es contra las cuerdas de un cuadrilátero y donde mejor duerme es en la habitación que tantos años tuvo alquilado en el infierno.
Pero hay que ser conscientes de que no hemos conseguido nada y que queda un mundo lleno de sufrimiento. No me importa lo más mínimo quien gane la otra eliminatoria porque tenemos que ponernos una venda en los ojos, centrarnos en los nuestro y trabajar como lo hemos hecho hasta ahora. Hay que tener presente que el equipo contra el que juguemos tendrá sus buenos momentos en el partido, pero no puede hacernos bajar los brazos. Nosotros tenemos que ser los primeros que combatamos el miedo al fracaso. El estadio tiene que ser una caldera a presión, las balas de la guerra de la que tanto habla Paunović. Nadie nos ha regalado nada en esta vida y los ciento ochenta minutos que quedan no van a ser la excepción que rompan la regla.
Jamás olvidaré la cara de felicidad con la que Pelayo ayer celebró el gol de los nuestros. Yo no supe reaccionar. Ni si quiera me moví de mi asiento. Simplemente, me dediqué a sonreír. No era capaz de hablar. Él me agarró la cabeza y me gritó a los ojos un gol que todavía resuena en mis adentros. Supongo que algo tendrá que ver la resaca de un jueves que nunca supo tanto a viernes y que nos hace estar pensando en el domingo de esta semana y en el de la semana que viene. Para aquellos que no entiendan este sentimiento se lo resumiré de una manera muy sencilla. Nuestro estado civil no es el que aparece en los registros, nuestro estado civil se define como Real Oviedo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.