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La edad tardía

Se escribe la biografía de los genios, que la mayoría suelen ser inaguantables, pero se omite en las historias la de los que sufrieron por su culpa; generalmente la de las mujeres con las que compartieron su vida

Sábado, 26 de abril 2025, 21:16

Creo que ya he contado que hace bastantes años, cuando no estaba todavía de moda el feminismo, le puse reparos a las loas de una ... profesora cuando resaltaba las virtudes personales del poeta Antonio Machado. Aquel hombre callado, con cierto desaliño, y que le caía la ceniza del pitillo sobre el chaleco mientras permanecía en el casino mudo de melancolía. Machado era un santo según la profesora. Y por eso, cuando un alumno, si bien ese alumno ya estaba casado y con hijos, la rebate diciéndole que lo veía como un señor bastante raro, ella se quedó francamente sorprendida. Lo razoné diciendo que no entendía cómo un señor de 36 años, culto y fogueado en los andares de la vida, podía fijarse en una niña de 14, humilde y con todas las carencias de la edad. Hija de sus patrones en Soria, que parece cierto que se la entregaron, y hasta es posible que la niña fuera contenta a pasear con el poeta y ver cómo el viento sacudía los chopos del Duero. Le preguntaba yo a la profesora: ¿Qué hubiera ocurrido si es la mujer treintañera la que pone los ojos en un niño de 14 años? Claro, no habría piedras bastantes en Soria para lapidarla, y tendrían que buscar en otra provincia. Y no me diga, profesora, que no es lo mismo tratándose de un niño que de una niña, porque ni usted ni yo comulgamos con la maldición del nacional catolicismo, y esperamos el día en que los hombres y las mujeres tengan los mismos derechos y los mismos deberes. Usted como feminista, y yo como padre de dos hijas.

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