Marzo y la Cuaresma

Pues esto que asoma es ya marzo, miércoles, hoy, de Ceniza con el largo tren por delante de la Cuaresma. Todas las mañanas son gélidas, ... pero el virus de la gripe ya no está en su esplendor. Hubo charangas y carnavaladas. Y fiesta ayer de no guardar. Y aunque todos los satanases de la política mundial están desatados, triunfan las camelias, y los narcisos y jacintos florecen. Hay tardes con sol en las que nuestros hijos los perros gijoneses ladran con música mientras pasea la gente por el Muro. Las blancas grullas, que duermen en la pequeña isla del estanque de las Dríadas (escultura en el parque de Isabel la Católica realizada por Álvarez Laviada y Álvarez Agudo), van tejiendo el cielo cada vez más temprano camino de los prados frescos de las afueras. Y, aunque todavía se tardará en ver y oír a las golondrinas, pronto -siempre que el Gobierno no la recorte- comenzará otra vez la primavera. Se empieza a oír el canto de los mirlos. Los patos esnalan y brujulean persiguiendo el amor, y hay cisnes aristocráticos flotando como duques por el estanque. Y claro, también el ‘homo sapiens’ que mira como todo poco a poco va despertando, echando brotes y floreciendo por los jardines de la ciudad con las aceras de Gijón tomadas por los terracistas.