Pirandello sale de todas
José María Caso
Domingo, 1 de junio 2025, 02:00
Un siglo después –el estreno es de 1921 en Roma y su publicación de 1925– 'Seis personajes en busca de autor' aguanta cuanto le echen ... o le quiten y es capaz de colocarnos ante la realidad inverosímil y la ficción verdadera con su multiplicidad de perspectivas, incluso y a pesar del galanteo o algo más o menos con el fascismo de su autor, el siciliano Luigi Pirandello, Premio Nobel de Literatura de 1934. Así lo vimos, oímos, aplaudimos (medio patio de butacas en pie) este pasado viernes en el auditorio del Niemeyer de Avilés en versión de Antonio Álamo, que también dirige, con Pepa Gamboa, para Producciones Faraute.
En general, los seis, o siete personajes, están a la altura, salvo excepciones, el pero de señor andaluz del Padre y la desmadejada mantilla de la destemplada Madre. Y básicamente, salvo excepciones, los otros seis actores están regular, sobreactuados o improvisados por mucho que la nota de dirección marque naturalidad fingida de espectáculo televisivo.
Quizá esto o la rescritura de algunas partes con intención de actualizarlas pero sin mejorar el original es lo que más se resiente de este gran esfuerzo por traernos cien años después las cuitas de los personajes trágicos y las dudas de los intérpretes de otros.
Pero también es cierto que los vaivenes de las imposturas logran muchas veces ser rescatados por la comicidad que convocan: que el director, por ejemplo, tenga que recurrir al libreto para saber qué está haciendo o que al segundo acto le denominen acto dos.
Diríase, pues, que en esta descomposición y montaje de la tragedia cómica y patética, ahora y entonces ya tragicomedia o drama a secas, es más difícil la primera, además de ser la más modificada, que la última, apenas con variaciones, por lo que debiéramos añadir que el folletón y sus encarnaduras siempre consiguen captar mucho mejor la atención y tomárnoslas por más prestigiosas. El caso es que si el patetismo tiende a la literatura de cordel y la comedia no logra desembarazarse de guiños repetidos y falseados, 'Seis personajes en busca de auto' pierde juego y emoción.
No obstante, esta doble fábula en el ensayo de una obra de teatro con canciones de Uma Díaz, luces de Tatiana Reverto, vestuario de Peris Costumes Group, escenografía de Igone Teso y música de Manuel Linares (todos ellos a una gran altura) mantiene eterna la «multiplicación del yo frente al juicio por una sola acción», permitiendo que el personaje opine y se ría del actor porque «siempre es ahora» cuando «un autor niega la vida a unos personajes porque no sabe qué hacer con ellos». Fascismo, Existencialismo y Absurdo pican a la puerta de Pirandello. Y les de paso.
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