Obras, no estudios
El nuevo retraso sobre la Ronda Norte y el soterramiento socavan la confianza ciudadana y abonan el desencanto
Éste no es un dato cruel para adornar esa novela negra de giros insospechados con los que captar la atención del lector. Da escalofríos recordarlo ... hoy. 39 muertos y 32 heridos después no impidieron que los técnicos de la Administración central tardaran ¡siete años! (1991 inauguración-1998 resolución) en decidir-permitir que la Variante de Avilés pasara a la condición de vía rápida, simplemente pintando una raya continua para prohibir los adelantamientos y una limitación de velocidad a 100 kilómetros/hora (hoy a 90).
Por eso, todo lo que venga detrás respecto a esa vía, al proyecto de la Ronda Norte o al soterramiento de las vías solo puede provocar a estas alturas una media sonrisa sarcástica que no deja de ser un recurso a medias entre la ironía y el hartazgo. Yolanda de Luis, periodista de LA VOZ DE AVILÉS, una de las personas que mejor conoce los proyectos de esta ciudad y los procedimientos administrativos, ofreció el pasado día 17 de noviembre una exclusiva más para alertar de que el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible no tendrá el proyecto para la Ronda Norte hasta 2027, es decir, casi tres años después de lo previsto. Y a partir de ahí ya se verá.
Un breve recordatorio. En 2018 se firmó un convenio a tres entre Ministerio, Consejería de Movilidad del Principado (en su día era quién pagaba la obra) y Ayuntamiento de Avilés para tomar una decisión técnica sobre la Ronda Norte y el soterramiento de las vías. En julio de 2022 se firmaba el contrato de redacción del proyecto y su tramitación ambiental, adjudicado a TRN Taryet por 834.000 euros, con tres años de plazo de ejecución. La noticia desvelada ahora por este periódico es que habrá que esperar dos años más de lo previsto.
Estamos ante una obra planteada hace décadas, entre otras cosas para dotar de una vía de comunicación a un puerto del Estado como es el de Avilés, eliminar buena parte del tráfico por el centro de la ciudad y finalmente articular un enlace directo al Hospital San Agustín como referente asistencial de un área sanitaria que atiende a 150.000 personas. Habrá pocos proyectos en todo el país que estén más justificados que éste, atendiendo el tamaño de la ciudad y el tráfico rodado que soporta. Los números lo dicen todo, no hace falta explicar nada. Avenida Conde de Guadalhorce: 6.984 vehículos al día, 2,5 millones al año; 10 por ciento de tráfico pesado, lo que equivale a 698 camiones al día, 250.000 al año.
Y ahí seguimos, añadiendo páginas a un borrador que nunca se convierten en un libro. Y lo que es peor, a estas alturas quién le dice al ciudadano que confíe, cuando la ausencia de resultados sostenida en el tiempo solo puede provocar desconfianza e indiferencia, mientras al otro lado ese vacío lo llenan otras narrativas que también conocemos: populismos, abstención o la idea de que «todos son iguales».
No hace falta recordar que estamos ante una obra clave para Avilés y su puerto, y también para toda la comarca, aunque esa misma comarca haya sido hasta ahora uno de los impedimentos para que al menos esa Ronda Norte haya salido adelante. No hará falta recordar que una alcaldesa de Castrillón aseguró que esa obra no se haría nunca al estar dispuesta a llegar al Tribunal de Estrasburgo y más allá si hiciera falta. ¡Con lo fácil que sería que los camiones de Asturiana de Zinc dieran el intermitente a la izquierda al salir de la factoría de San Juan y se dirigieran a Salinas! En fin, no merece la pena seguir recordando lo que está más que debatido sobre las cargas que cada uno está dispuesto a asumir cuando se trata de defender el interés general de las poblaciones y sobre todo el de sus ciudadanos, empezando por sus puestos de trabajo y la viabilidad de sus empresas.
Y aquí no hay colores políticos. De Luis lo describía muy bien en su artículo del día 17. Este es un asunto por el que han 'pasado' diez ministros, ocho presidentes del Principado y cinco alcaldes de Avilés. Debería servir de toque de atención el descreimiento general que la propia clase política se ha ido ganando a pulso, con anuncios y promesas que no se cumplen desde las administraciones y con esos discursos hiperbólicos de las oposiciones tratando de arañar un titular. La confianza ya solo se puede ganar con hechos.
Castrillón tiene razón
Mientras tanto, como mero espectador, sin conocer los detalles, Castrillón no ha salido bien parada de los presupuestos presentados por el Principado. Todo lo contrario: 600.000 euros en total frente a tres millones de Corvera y cinco de Gozón, por no salirnos de la comarca. No parece muy ajustado para la séptima población de Asturias, con 22.235 habitantes, y con una renta neta disponible de 22.208 euros, solo por detrás de Oviedo y Noreña, lo que habla de su dinamismo. Que en esos presupuestos aparezca una partida de 5.000 euros para el centro de salud de Piedras Blancas que lleva años reclamándose es puro sarcasmo.
Y al lado de ese 'castigo' hay que lamentar, salvo razones ocultas, el hecho de que el presidente del Principado no haya tenido un hueco en su apretada agenda para recibir al alcalde de Castrillón en estos dos años que lleva al frente de la Corporación. Eloy Alonso, que destaca por huir de polémicas estériles y haber demostrado unas buenas dosis de prudencia y talante, merece el único gesto que en este caso se espera del presidente de Asturias, de todos los asturianos. Obligado como está además a ser el principal valedor de la dignidad del cargo que ocupa por mandato democrático.
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