Trump okupa
Cuando las ganas de expandirse aprietan, los caudillos no suelen comportarse con la humanidad que se le supone al empático homo sapiens
El nuevo inquilino de la Casa Blanca viene empujado por sus genes alemanes, que Trump deriva de Drumpf. Parece haber heredado con ellos el ansia ... que de siempre impulsó a los germánicos a okupar territorio ajeno, godos que también legaron su afán okupador a aquel Adolf Hitler, otro imbécil que pretendía ampliar su espacio vital invadiendo Eurasia y el mundo entero.
También Trump es heredero de aquellos pioneros ingleses que para montar una nueva nación okuparon América del Norte, a costa de la aniquilación de los nativos, los cherokes, apaches, sioux, semínolas o navajos. Y es que cuando las ganas de expandirse aprietan, los caudillos no suelen comportarse con la humanidad que se le supone al empático homo sapiens, y aquí aparece nuestro Hernán Cortés y la okupación de América por parte de la corona española. Mira Hitler, un asesino que desencadenó la 'Operación Barbarroja' para apoderarse de Rusia, algo que años antes había intentado en vano el propio Napoleón, otro cretino imperialista que acabó vencido por el General Invierno.
Los USA de hoy son expansionistas per se, aunque a veces lo hagan a lo sonso, y paguen tarifa por la okupación. Parece que ahora Trump se ha encaprichado de Groenlandia, isla danesa habitada por unos pocos inuit. ¿La conseguirá? Recuerden que en 1867, EE UU compró Alaska a los rusos del zar Alejandro II por siete millones de dólares. Que en 1803 compraron la Luisiana a Francia por quince, y que en 1820, y por cinco, se agenciaron la Florida de una Francia que la había recibido de España. De aquella España que también, en 1898 y por veinte millones, vendió al gobierno de Washington las Filipinas, topónimo que deriva de Felipe II. A los daneses de Groenlandia, clientes habituales del okupa yanqui, ya les han comprado la isla Water y unas islas de Indias Occidentales rebautizadas como Islas Vírgenes.
No sería extraño que Trump, que tiene puesto otro ojo en el canal de Panamá, se permita un exceso para entrar en la historia como los grandes conquistadores. Recuerden que en el siglo XIII las tropas del mongol Gengis Kan okuparon Centroeuropa. Y que un tal Francisco Pizarro pasó de criar cerdos en Trujillo a conquistar el imperio Inca de Perú. Y como la cosa va de porqueros y mongoles, es probable que el nuevo ocupante del despacho oval disponga de las cualidades adecuadas para convertirse en el nuevo líder de aquello que Franco denominaba 'Por el imperio hacia Dios'. Un buen lema para echarse a temblar.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.