Cataluña, traje a la medida

Una vez fijado el patrón –la quita de deuda catalana– el Ministerio de Hacienda dio a conocer la condonación de las deudas al resto de comunidades autónomas. El Gobierno perdona 1.508 millones a Asturias. Las cifras aisladas no permiten sacar conclusiones, aunque en este caso cabe recordar que el presidente Barbón dijo que rechazaba 600 millones, pero 1.000 «son otras palabras».

Comparemos la quita catalana con la asturiana para formarnos una opinión. Cataluña, con ocho millones de habitantes, le perdonan 17.104 millones, mientras que Asturias, con la octava parte de población que Cataluña, le condonan 1.508 millones. Por cada ciudadano catalán el Estado condona 2.133 euros, mientras que por cada asturiano la quita es de 1.480 euros. Es decir, hay una diferencia de más de 600 euros 'per cápita'. Al aplicar las cuatro reglas de la aritmética se comprueba que a Cataluña le dan un trato muy favorable con respecto a Asturias.

Aunque el cálculo anterior es tan lógico como rotundo, María Jesús Montero siguió otro camino («la metodología es objetiva, transparente, de carácter técnico y para todos. Lo que aplican a un territorio se aplica para el resto»). Me llegó al alma lo del carácter técnico, porque la operación de la quita es totalmente política. El método utilizado es complejo, caprichoso y enmendable. Necesita comentario aparte. Introdujeron el concepto de población equivalente (unidad de medida en el modelo de financiación autonómica) y llegaron a estos resultados: la condonación de deuda por habitante es de 2.284 euros en Cataluña y de 1.369 en Asturias (también es de 1.369 en Madrid, Galicia, Cantabria y La Rioja). Una diferencia muy grande. Hacienda perdona casi mil euros más por habitante en Cataluña que en las otras cinco regiones. Un precedente muy peligroso que abre la puerta a la creación de un nuevo sistema de financiación autonómica basado en la desigualdad.