El Gobierno asumió pufos
Las reflexiones de Alejandro García Monjardín, presidente de Cesintra (Asociación Empresarial Asturiana de Transportistas), sobre la prórroga del peaje del Huerna, recogidas en estas páginas, ... ilustran sobre el impacto de la tasa en el sector empresarial y la necesidad de resolver el problema sin más aplazamientos. Frente al aviso alarmista, difundido por la cúpula del Ministerio de Transportes, del «coste milmillonario» que tendría para la Administración del Estado la eliminación del peaje, Monjardín recuerda que «llevamos mucho tiempo sufriendo esta carga y, tal vez, sea hora de soportarla en todos los españoles, igual que los peajes de Cataluña y las radiales de Madrid».
Un recordatorio muy oportuno porque fue el Gobierno de Pedro Sánchez quien, nada más llegar al poder, decidió que no se prorrogaran los peajes en las nueve autopistas radiales de Madrid. El rescate de las autopistas costó, según el Gobierno, mil millones; en los papeles que envió a Bruselas la factura ya se elevaba a dos mil millones; y los fondos de inversión que asumieron la deuda y la patronal de constructores, Seopan, declararon que la factura que recayó sobre los contribuyentes fue de 4.000 millones.
El rescate del Huerna, al lado del pufo de las autopistas radiales, es una bagatela. Lo mismo cabe decir de las autopistas catalanas (AP-7, AP-2). En mayo de 2021, al finalizar el peaje en tres tramos de la autopista AP-7, el Gobierno (José Luis Ábalos) tuvo que pagar 1.291 millones a Albertis, por un acuerdo realizado en la etapa del presidente Zapatero y su ministra, Magdalena Álvarez. Simplificando: si al acabar la concesión no se había alcanzado un determinado flujo de tráfico la empresa debía ser recompensada. Todo lo anterior fue mucho más denso, con las empresas más grandes del país por el medio y el Gobierno fijando posición política nada más llegar al poder y, luego, pagando facturas que afectaban al plan de estabilidad.
Después de todo lo anterior, resulta irrisorio que nos digan que la supresión del peaje del Huerna es inasumible. Por cierto, en el primer año de mandato de Pedro Sánchez, el Congreso de los Diputados rechazó su proyecto de presupuestos; lo digo por los que creen que la eliminación del peaje del Huerna sólo será factible con otras cuentas nacionales.
Monjardín no admite que los presupuestos sean una condición obligada para suprimir el tributo porque el Ejecutivo de Pedro Sánchez gobierna a golpe de Decreto-ley. Lo único que se necesita -y falta- es voluntad política.
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