

Secciones
Servicios
Destacamos
El Gobierno asturiano ha anunciado que la matrícula en los grados de la Universidad de Oviedo será gratuita a partir del próximo curso. Se empezará ... con el primer curso de la carrera, para ir luego ampliando la gratuidad hasta que alcance a toda la etapa universitaria, incluyendo máster y cursos de doctorado. El Gobierno adelanta que el objetivo es la «gratuidad integral», desde los bebés hasta los 'cum laude'.
Como era de esperar la respuesta fue positiva, empezando por los miembros de la institución académica, que ven con buenos ojos que se allane el camino a los futuros alumnos en una época en la que disminuye el censo de universitarios y están a punto de abrir sus puertas en Asturias dos universidades privadas. La oposición guardó silencio, ya que cualquier crítica podría hacerles perder votos entre el estudiantado. Y las familias felices, al quitarse una factura del calendario.
La gratuidad siempre es a costa de alguien. Los alumnos y sus padres no pagan la matrícula, pero lo hace el conjunto de la sociedad por ellos. En el actual presupuesto del Principado hay una partida, de 2,9 millones, reservada para compensar a la Universidad del dinero que deja de ingresar por las matrículas. Cada alumno, con la gratuidad, ahorrará 992 euros. Todos los años inician sus carreras unos 5.000 alumnos, lo que significa que el Principado deberá transferir cerca de cinco millones a la Universidad. Cuando la gratuidad se haya extendido a los cuatro cursos del grado la cifra estará en cerca de los veinte millones. El día que haya «gratuidad integral» la factura será mayor.
La matrícula en la Universidad de Oviedo es de las más baratas de España. En los dos cursos previos a la pandemia se rebajó su cuantía por encima del 25%. Desde entonces están congelados los precios. En la actualidad, los estudiantes pagan de media un 29,4% menos que hace quince años. No hay otro servicio público importante que haya conocido una rebaja del precio tan grande para los usuarios.
Se podrá argüir que el cambio de tarifas en el transporte de viajeros es aún mayor. Viajar en trenes de cercanías y de media distancia sale por cero euros. Lo mismo sucede con las líneas de autobuses. Reconozco que es más inexplicable el transporte gratuito, pero la gratuidad ferroviaria llegó de la mano de procesos electorales. En Asturias y Cantabria dejar de pagar los viajes fue la forma de compensar a las dos regiones del fiasco de los trenes que no cabían por los túneles. Son rebajas coyunturales. Nadie cree que subirse a un tren o un autobús será gratis para toda la vida. Sin embargo, la gratuidad en los estudios superiores llega para quedarse.
Desde el Principado se presentó la matrícula de tasas cero como «una apuesta clara y contundente por la Universidad pública, al tiempo que garantiza el derecho universal a la educación». Luego añadieron un matiz: «Preferimos poner el foco en el rendimiento académico, no en la situación económica».
El derecho universal a la educación implica que todos los niños y jóvenes cursen las etapas de la educación obligatoria. Y que, posteriormente, puedan acceder al resto de etapas, incluida la universitaria. En ningún caso el derecho a la educación queda conculcado si la universidad pública cobra tasas moderadas a los estudiantes, siempre y cuando haya un sistema de becas que garantice a los que carezcan de recursos económicos estudiar la carrera que prefieran.
Lo que plantea del Principado es una alternativa mucho peor que las becas, porque extiende la gratuidad hasta hacerla universal, que es tanto como decir que los alumnos de familias acaudaladas podrán cursar sus estudios sin gastar un euro, porque la gran mayoría de contribuyentes, con muchos menos recursos que ellos, les costean con el pago de impuestos la carrera de sus hijos. Es injusto en términos generales y para un Gobierno de izquierdas debería ser aberrante.
El Principado habla de estudiar gratis si se tiene un buen rendimiento académico. ¿Qué entienden por buen rendimiento académico?
Los cuatro años del grado en la Universidad de Oviedo cuestan 6.000 euros, pero lo verdaderamente importante es el coste de la plaza que ocupa un estudiante. Fluctúa según la carrera, siendo más alto en los grados con pocos alumnos. La media está en 56.000 euros. En el coste de la plaza se incluye la nómina del profesorado, el personal auxiliar, el gasto burocrático, laboratorios, etc. El Principado se estaba haciendo cargo del 90% de la factura, con la enseñanza gratis el gasto del Gobierno aumentará. Luego subirán los impuestos para financiar los excesos entre todos.
El Principado considera que la gratuidad es una apuesta clara por la Universidad pública. Esa apuesta ya existe desde que recibieron las competencias universitarias, en los años noventa del pasado siglo. Los gobiernos socialistas nunca tuvieron veleidades con universidades privadas.
Lo que está por ver es si la universidad privada puede prosperar en una comunidad autónoma tan reticente a las iniciativas empresariales. Cuando se supo que la Universidad Europea iba a contar con un campus en Gijón, desde la Universidad de Oviedo se trazó una línea roja: las prácticas de Medicina en hospitales públicos solo las podrían hacer los estudiantes de la Universidad de Oviedo. Sin la exclusiva, sin el monopolio, no saben vivir.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.