La misión de Eva Ledo

El 24 de mayo del pasado año abandonó su cargo de directora general de Centros, Red de 0 a 3 años y Enseñanzas Profesionales en el Principado. Ese día EL COMERCIO titulaba, «Eva Ledo cesa a petición propia y confirma la crisis de la Consejería de Educación». La noticia terminaba con estas palabras: «Hay quien augura un caos el próximo curso porque hay cuestiones organizativas que aún no están aclaradas». Las cuestiones organizativas tenían que ver con Les Escuelines y la FP. El vaticinio se cumplió.

Como señaló Barbón, Eva Ledo llega al Gobierno en un momento muy preciso, recién terminada la huelga de los docentes, así que la ejecución de los compromisos recogidos en el acuerdo con los sindicatos será una de sus primeras tareas, a la que habrá que añadir la reconstrucción de las relaciones con el profesorado. Hay un pacto con los sindicatos, sin duda, pero también es cierto que casi la mitad de los docentes (más de 5.000) firmaron un escrito rechazando el acuerdo.

El diálogo con sindicatos, maestros, profesores, consejos escolares, asociaciones de padres y madres, red concertada, etc., debería ser una actividad habitual, pero por alguna extraña razón en la Consejería de Educación no se practicó. Muchas sonrisas, muchas fotos, pero evasivas ante las demandas de la comunidad escolar. Adrián Barbón hizo mención a la necesaria autocrítica; dentro de ella está reconocer que por más que cantemos loas de la educación asturiana, a juicio de sus profesionales arrastra grandes carencias.

Aunque la batalla dejó heridas, todo nuevo nombramiento genera expectativas. Le corresponde a Eva Ledo no defraudarlas. Seguro que tendrá mucho trabajo burocrático que realizar, pero debería dedicar un día o una mañana, cada semana, para verse con los actores de la educación. Hay que consultar a los que enseñan antes de tomar decisiones disparatadas. Démosle la bienvenida a Eva Ledo a la consejería más conflictiva del Principado. Bien lo sabe ella.