El trastero y la barandilla
De todas las intervenciones que hubo en el nutrido Consejo Social por Naval Azul me quedo con la del presidente de la Federación de Vecinos ... de Gijón (FAV), Manuel Cañete, que hizo un chascarrillo sobre el gesto de Jovellanos en el retrato de Goya que preside el salón municipal. «Parece estar hasta los mismísimos...», dijo, refiriéndose a los tantos dimes y dirites que hemos venido oyendo sobre la franja de la discordia para, finalmente, volver a la casilla de salida o, incluso peor, caer permanentemente en el 'pierde turno'. Pues sí, así estamos en Gijón, hartos de lo que está ocurriendo en torno a los antiguos terrenos de Naval Gijón que la nueva cúpula del Puerto no quiere ahora dar al Ayuntamiento, pese a haber firmado y requete firmado su cesión gratuita ante notario.
Fue la del Consejo Social del viernes una reunión mutitudinaria y tensa. Con una presidenta de la Autoridad Portuaria que entró al salón de recepciones cuan diva Melody en Eurovisión, con su séquito de fans haciéndole la ola y desatando un 'huracán' de comentarios entre los presentes. «¡Al final, vino!», se oyó entre murmullos y codazos de sorpresa.
Sí, estuvo Roqueñí, pero nada se resolvió. Seguimos con el mismo piso comprado, pero con el trastero pendiente de cesión. Eso sí, con una barandilla nueva, no vaya a ser que alguien acabe cayéndose. Digo yo, si el Puerto quiere esa lámina de agua, ¿no se planteó devolver a Gijón el dinero de toda la operación, esos 4,5 millones? ¿O solo es ilegal lo gratuito?
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