Estuvo acertado en sus decisiones

En el minuto 51, el portero local juega con uno de sus centrales, que le devuelve el balón, pero hace un mal control que lo aprovecha Nico Serrano para quitarle el esférico. Gonzalo no tiene otro remedio que derribarlo y el colegiado sanciona la acción con el correspondiente penalti, que significó el 2-2 en aquel momento.

Diez minutos más tarde, Cala y el central Róber Pier disputan un balón aérea, golpeando sus cabezas y quedando ambos aturdidos sobre el césped. El colegiado detuvo el juego para que fueran atendidos, mientras la parroquia local reclamaba penalti, pero Sesma Espinosa, con buen criterio, lo entendido como un lance fortuito.

Ya en el minuto 66, se produjo un error, en este caso por parte de uno de los asistentes del colegiado, que anuló el tercer gol local de Alberto Gómez, tras un extraordinario pase de Suero, por un presunto fuera de juego. Pero, tras la revisión de la sala VOR, se vio cómo el pie de Maras habilitaba al final al jugador castellonense. Por tanto, el gol subió al marcador. En su defensa hay que decir que la jugada era muy justa, de tiralíneas.

En el apartado disciplinario, el colegiado amonestó a los jugadores locales Moyita, por un derribo sobre Juan Otero; al portero Gonzalo por la jugada ya descrita sobre Nico Serrano, y a Chirino por un agarrón sobre Nacho. Y mostró amarilla a los visitantes Juan Otero por llegar tarde y pisar al local Chirino, y a Diego Sánchez, tras dormirse en una jugada y tener que agarrar al castellonense Mabil.