El triunfo en Anoeta devolvió la serenidad
Con el triunfo de Anoeta, el Sporting recuperó la serenidad y evitó ver fantasmas cerca. Tras el empate frente al Andorra aumentaron las dudas regeneradas ... con las derrotas ante el Mirandés y el Huesca. El fútbol es cambiante, según el efecto de los marcadores, aunque el alivio de la Copa no valía para la Liga.
Los triunfos son un buen respiro. También proporciona tranquilidad ver más distancia con los cuatro últimos y mantener vivo el sueño del 'play off'. En lo que va de temporada ya hubo todo tipo de sensaciones. Es importante tener ilusiones.
En San Sebastián, el Sporting compitió con mucho orden. Fue la base de la victoria, porque el poderío ofensivo fue muy limitado. Un factor positivo es el regreso de Queipo a la normalidad. Sería deseable ver en el mismo plano a Cortés. Al colombiano se le asignan aceptables cualidades, pero le falta identificación con el trabajo de los entrenamientos. Con la actitud mostrada hasta ahora, con la excepción del partido copero de Vitoria, aquí tiene un dudoso futuro. Está en su mano cambiar su situación.
Contar con más efectivos permitiría a Borja Jiménez diseñar alineaciones más equilibradas, con sustitutos adecuados, sin necesidad de ingeniar experimentos, como el trasvase de Corredera al enganche, corregido en el descanso, y con Gelabert escorado, lo que no le impidió destacar y ser decisivo. Con lo que hay, la plantilla da para poco más.
Celebrado y asimilado el triunfo, no extraña que el míster esté preocupado. También el patrón está molesto. La culpa es suya por dar galones de técnicos a aficionados sin recorrido profesional. En su próxima visita a Gijón, con motivo de la junta de accionistas, tendrá la ocasión de poner orden. También en el plano económico, porque no es normal presupuestar ejercicios con pérdidas año tras año, sufragadas a base de préstamos de Orlegi que tendrá que pagar el Sporting, independientemente de quien sea el propietario.
El viaje a Vitoria para la Copa con 53 expedicionarios fue un despilfarro y mantener casi medio centenar en una concentración de tres días en San Sebastián, incluidos los lesionados, demuestra que no hay una planificación con sentido, ni una política económica de choque.
Lo que más le importa al aficionado son los resultados. Si es con buen juego, mejor, sobre todo si la clasificación permite soñar, pero con la recomendación de ser conscientes de las limitaciones. Cuando el míster no agota los cambios quizá sea porque no ve opciones de mejora con lo que le queda en el banquillo.
En la zona alta de la clasificación empezó a formarse un grupo destacado, aunque se aprecie mucha igualdad, con más de media Liga aún en juego. Los refuerzos están en las agendas de los que hicieron esta plantilla. Es mejor pensar en los 50 puntos. Luego, como dice el míster, ya veremos, porque sólo con orden y Gelabert no es suficiente.
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