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La ciudad y sus vueltas

Entre el Muro y la Ería

Viernes, 31 de enero 2025, 01:00

Pasa con todo, pero cuando hay ladrillos u hormigón de por medio mucho más: destrozar siempre es más rápido que construir. El problema es que ... se puede destrozar construyendo, y eso tiene peor solución, porque corre el peligro de eternizarse. En Gijón conocemos bien las consecuencias del desarrollismo, se llaman, por ejemplo, Muro de San Lorenzo, un paseo en la sombra que podemos tunear hasta el infinito, pero que debemos tragar, porque aquello del 'serruchazo' se quedó en lo que era: una boutade urbanística, una anécdota para contar a los nietos. Los errores están ahí, tan visibles, que parece mentira que a alguien se le pueda ocurrir repetirlos al otro lado del río. Por eso, que el Ayuntamiento, que nos representa a usted y a mí gobierne quien gobierne, haya tomado cartas en el asunto solo puede ser una buena noticia. La iniciativa privada siempre es positiva y sin ella ninguna sociedad avanza. La vigilancia pública, también. Porque los terrenos de la Ería del Piles tienen un propietario legítimo, sí, pero la fachada marítima de Gijón es patrimonio de todos. De los que estamos aquí y de los que, si no se sigue torciendo mucho la cosa, vendrán. Y ya otro día hablamos de la falta de suelo para viviendas, que con esto tiene poco que ver. O nada.

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