Va por Félix
Me lo encontré este verano en la avenida de Portugal, en silla de ruedas, pero con el buen humor de siempre. Me contó que tenía ... unos achaques de los que no se acababa de librar. Hace un mes nos vimos en Marqués de San Esteban. Fue cuando me habló de un chaval de Gijón que jugaba al golf 'como los ángeles' y que estaba en Estados Unidos con una beca. «Te paso el teléfono de su padre, por si queréis hacer algo en el periódico», me dijo. A Félix Osoro lo conocía de verlo por Laviada: era parroquiano de La Volanta, allí en el barrio de El Parrochu. Me contó en las contadas conversaciones que mantuvimos que era de Cangas de Onís, que estaba jubilado de Arcelor, que había hecho la mili en El Ferral, en León, y que era habitual de Puente los Fierros porque de aquella zona era su mujer, Margot. Formaba parte de esa red de lectores que le dan forma al periódico que tienen entre las manos aportando ideas, avisando de lo que pasa en la ciudad, comentando las noticias. Este domingo salió en la veterana sección 'Asturianos en la diáspora' –desde 2012 entrevistando a compatriotas que viven fuera de España– una página dedicada a Carlos Fernández Mortera, el chaval que juega golf en Michigan hacia el que Félix nos había dirigido. Cuando le mandé por WhatsApp el enlace, me contestó al otro lado su mujer. «Muchas gracias por el artículo. Te agradezco tu interés. Te comento que Félix falleció hace una semana, le hubiera hecho mucha ilusión leerlo». Pocas veces me ha dolido tanto haber llegado tarde a un sitio.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión