Detalles menores
La visita de la ministra de Vivienda a esta villa marinera para supervisar las obras de Peritos ha servido para varias cosas. La primera, y ... más inmediata, constatar que, efectivamente, hay una ministra del ramo porque hay departamentos en los que uno duda de si realmente hay alguien. La segunda, y más importante, es verificar que las políticas de vivienda lo que importa es el quién y no el qué. No vamos a romper las guirnaldas de esta fiesta pero si nos dicen que un gobierno tan de izquierdas va a confiar la promoción de vivienda en una megainmobiliaria como Avintia que, además, ha cedido todos los bajos comerciales de la obra a Mercadona, pensaríamos que nos estaban gastando una broma y tercera, y yendo en la dirección de la política, tener la certeza de que el problema de la vivienda no se va a arreglar mientras tenga más peso la ideología que el sentido común. Porque, ojo, no se crean ustedes que en la otra orilla tienen la decisión definitiva tampoco. Uno puede pensar que la última ley inmobiliaria es un desastre, con un sesgo doctrinario importante y que se preocupa más en señalar a sospechosos habituales y culpables de conveniencia que en arreglar el problema, pero echando un vistazo a las propuestas alternativas, tampoco se prevé un arreglo justo cuando otros tengan la opción de enmendarla, si ese momento llega algún día. De momento, lo único que podemos comprobar por otras ciudades es que lo de topar precios espanta a la oferta y eso repercute en la demanda. Mientras llega ese día, sigamos con el modelo de Peritos que parece que no hace saltar costuras
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión