Abro la nevera
Leo un artículo en la prensa sobre neveras domésticas y de cómo a partir de la observación de su distinto contenido y apariencia el autor ... realiza algo similar a un estudio sociológico, ya que puede llegar a conocer el estatus social y otras características de sus propietarios. Este análisis lo considera muy efectivo y quizá más real que otros sobre la capacidad adquisitiva de la población. Aquí no hay engaño, ni subjetividad. Abres la nevera y esa imagen te indica mucho de sus dueños.
Hace tiempo tuve la idea de realizar fotografías del contenido de las neveras de amigos y conocidos y resultó interesante. Una nevera casi vacía y con media cebolla abandonada indica desolación, tal vez sea la de una persona solitaria y que pasa una mala racha. En cambio, una vida familiar estable normalmente va unida a un frigorífico repleto, limpio y ordenado. Realmente es un espacio de nuestra casa que visitamos con mucha frecuencia y absolutamente imprescindible en nuestra rutina doméstica. Nuestra alimentación y muchos de nuestros pequeños placeres se guardan en ella. Sí que hay un mundo ahí dentro y podríamos sacar un montón de conclusiones: desde cómo comemos y cuánto, qué tipo de opciones alimenticias y hasta personales hacemos, gustos y manías.
Hubo una época cuando mis hijos eran pequeños, y cuando su padre no estaba, que era difícil para mí estando sola educarlos, y sobre todo mantener castigos en los que la mayoría de las veces no creía. Así que a modo de padre frío elegí a alguien robusto y con una presencia importante en nuestra casa. Cuando la conducta de los niños había sido realmente mala, al levantarse por la mañana les imponía el castigo correspondiente. Mientras tanto yo me dedicaba a otras tareas. Sabían que ese veredicto no tenía vuelta atrás ni discusión posible. Lo aceptaban. Yo les decía: lo siento hijos, no puedo hacer nada, ya sabéis, es cosa de ella. Digo ella porque ese padre eficaz era la puerta de la nevera que emitía instrucciones en forma de pequeñas notas. Ella era el padre malo que castigaba y yo la madre buena.
Les animo a que vayan a mirar el contenido de su nevera, a ver qué descubren… Observen ese escaparate, alimenticio o menos, y tendrán una idea bastante acertada de su propia situación personal y económica, por si tenían alguna duda
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.