Un plan atrevido y polémico
En un ejercicio de autonomía y pragmatismo, la Universidad ha presentado un plan marcado por los recursos de los que dispone
El Consejo de Gobierno de la Universidad de Oviedo ha presentado el plan estratégico del que dependen las titulaciones y el desarrollo de las infraestructuras. ... No es una propuesta contemporizadora con los distintos sectores universitarios ni con los alcaldes de las ciudades universitarias. Conocimos planes de estudios que envejecían sin ejecutarse y desarrollos de campus que nunca se llevaron a cabo por las resistencias políticas y académicas. En esta ocasión el equipo rectoral ha hecho un ejercicio de autonomía y pragmatismo que responde a la escasez de espacio y recursos financieros, de tal forma que las nuevas titulaciones se insertan en una compleja secuencia de cambios, donde la enseñanza de grados muda de unos campus a otros en función de optimizar el uso de las instalaciones para cubrir dignamente todas las actividades. Un plan tan atrevido como polémico.
El cuadro de titulaciones contempla tres nuevos grados. El más esperado era el de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, que durante años se disputó entre Gijón y Mieres. La especulación ha dado paso a la sorpresa al quedar adscrito al ovetense campus de los Catalanes, vinculado a la Facultad de Formación del Profesorado, pero impartido en el edificio que ocupaba hasta ahora la Escuela de Ingeniería Informática. Ignacio Villaverde manifestó que cualquier otra ubicación lo hacía inviable, destacando la ventaja de utilizar instalaciones propias y no trasladar al profesorado. Una declaración excesivamente tajante, porque en Gijón o en Mieres hay suficientes espacios. En cuanto a la vecindad del profesorado es un argumento que está más relacionado con beneficios corporativos que con los intereses generales de la sociedad. Más sentido habría tenido apelar a la posibilidad de facilitar la organización de las actividades para los alumnos. Otra nueva titulación es la Ingeniería en Energías Renovables, que se ubicará en el Campus de Mieres. Quizás la idea de concentrar las titulaciones relacionadas con la energía en Mieres haya movido esa decisión, pero más allá de la mera denominación, lo cierto es que el grado está emparentado con la industria y comparte temáticas y aplicaciones con la ingeniería eléctrica, al versar sobre el transporte de la energía generada con fuentes renovables a grandes distancias a través de las líneas de alta tensión y la distribución a centros industriales y domésticos, así como la transformación a otras energías. Está más relacionado con los estudios de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón (EPI) que con los grados que se imparten en Mieres. La tercera novedad en el apartado de titulaciones es Criminología, en Oviedo, adscrita a la Facultad de Derecho. Dos nuevas titulaciones en Oviedo y una en Mieres. En el campus de Gijón se estudiará el primer grado con formación dual en Ingeniería Mecánica. No pasa de ser una formalidad, porque la EPI es un referente en ese tipo de formación desde hace muchos años. Los acuerdos con empresas y el trabajo de los estudiantes y egresados en ellas es una realidad consolidada. Debería el equipo rectoral reflexionar sobre las necesidades de crecimiento de la EPI. El tránsito que se busca de un modelo de universidad humanística a otra de enseñanzas que aportan valor añadido pasa forzosamente por la EPI. En todo lo tocante a investigación e innovación detenerse es retroceder.
Discutida ha sido la decisión de fusionar en el campus de Mieres los estudios de la Escuela de Ingeniería de Minas de Oviedo y la Escuela Politécnica de Mieres. Desde la construcción del nuevo campus en el pozo Barredo (1998) se sabía que los estudios de minas estaban llamados a concentrarse allí. En Mieres se inauguró en 1854 la Escuela de Capataces de Minas que cien años más tarde daría paso a la Escuela Técnica de Grado Medio de Peritos de Minas. Ahora hay cuatro grados sobre recursos naturales (minería, forestal, geomática y civil). Las medidas tomadas son la consecuencia de decisiones previas de carácter político (creación del campus de Mieres) y de la carencia de infraestructuras que las administraciones no procuran. Ahora toca ejecutar el plan para que no se quede en el mismo punto que los anteriores.
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