Lo mejor, el empate

Si repasamos los últimos fichajes para la posición de '9' en el club rojiblanco es difícil establecer una clasificación de despropósitos. Ese déficit, unido a la cortedad de la plantilla, condiciona notablemente las aspiraciones deportivas de la temporada. Sería interesante saber el coste económico de todas esas decisiones equivocadas. Quizá sorprendería.

Albés repitió ante el Zaragoza el 1-4-4-2 del encuentro anterior. Sorprendió el míster rojiblanco con la colocación de Kevin Vázquez como central. La lógica parecía indicar una línea de cuatro con Guille y Pablo o Cote como laterales, y Róber Pier y Diego como centrales. La apuesta, según el míster, tenia que ver con la disposición táctica que Ramírez utilizara.

Alguien debería indicarle a Albés que en Gijón gusta una identidad propia (la que el Sporting tuvo con él en el inicio de la temporada) por encima de la propuesta rival. En cualquier caso, el invento no salió bien. Rectificó en el minuto 56, con ventaja local en el marcador.

En el primer tiempo, el conjunto sportinguista fue superior en juego y ocasiones. Faltó definición. La movilidad de Dubasin, Nico Serrano y Gelabert y los desdoblamientos de Guille causaban problemas a un Zaragoza nervioso, con poco juego colectivo.

En defensa, el conjunto gijonés tenía dificultades para tapar líneas de pase a los puntas locales. Quizá se echaba en falta a un pivote posicional por delante de nuestros centrales. Un poste evitó que el tiro de Nacho Méndez pusiera un 0-1 al descanso que quizás hubiera sido más justo.

El conjunto aragonés salió con mucha intensidad en la continuación. Adelantó líneas y obligó al equipo rojiblanco a defender en bloque bajo. El gol local puso de manifiesto las dificultades en los perfilamientos y en los automatismos de Kevin como central. Una decisión del míster difícil de entender.

Un estelar Yáñez evitó que el cuadro de Ramírez finiquitara el partido. Dubasin (indispensable también ahora mismo) hizo el 1-1 definitivo que Campuzano pudo incluso convertir en victoria.

El partido ante el Racing marcará de forma definitiva el objetivo que, lamentablemente, parece estar ya muy claro. Después será momento de analizar el futuro de un proyecto que no pinta nada bien.