La 'procesión' del bote
A una le ha dado en los últimos meses por volver a la piscina y pegarse sus largos; cosas de la espalda y las cervicales. ... Cuando salgo de casa, parece más que voy de viaje a ver un concierto de Taylor Swift que a nadar un rato porque llevo casi la misma cantidad de bártulos. Que si una bolsa con la ropa limpia y las toallas que servirá después para las prendas mojadas, que si el secador y no puede faltar el neceser con los botes para la ducha. Cada vez que uno de ellos se acaba, vuelven a mi cabeza unas declaraciones que el presidente, Adrián Barbón, realizó en enero. «El camino para pagar menos por la recogida de basura es reciclar más».
Todos estamos de acuerdo en que hay que reciclar más. No es algo opcional; es una imposición de la Unión Europea y ayer mismo, el Ayuntamiento puso en marcha otra iniciativa para lograr los porcentajes de reciclaje marcados: el cubo marrón pasa a recogerse todos los días en detrimento del negro que, sólo colocará cuatro días a la semana.
Iniciativas que ayudan; sin embargo, en las instalaciones deportivas de El Cristo no existe un cubo de la basura para reciclar los botes. En el vestuario femenino hay dos recipientes y, a priori, son genéricos. Ahí es donde me surge la duda. ¿Qué hago con el bote vacío? ¿Lo 'procesiono' hasta casa para meterlo en el cubo de los plásticos y bajarlo el día que toca o los deposito en la basura normal?
¿No sería más fácil colocar un recipiente para envases y así reciclar?
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