Siempre en nuestra memoria
Salomé Díaz Toral
Militante Socialista
Domingo, 13 de abril 2025, 00:13
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Salomé Díaz Toral
Militante Socialista
Domingo, 13 de abril 2025, 00:13
No lo olvidemos jamás: nuestro poder es el voto». Estas palabras de Ángeles Flórez Peón, nuestra querida 'Maricuela', ya están inscritas para el recuerdo en ... la placa que desde este sábado está instalada en el Jardín de la Memoria de El Sucu.
A lo largo de su vida nos demostró con humildad y sencillez que es posible no tener rencor ni resentimiento pero con la claridad de quien sufrió la represión y el horror y consciente de que en cualquier momento puede volver. «A mis cien años», decía 'Maricuela' en el libro 'Exilio republicano asturiano, historias de vida', «soy la superviviente de una época que reúne tiempos de esperanza y otros de dolor».
Porque Ángeles se sentía feliz en aquella Asturias de 1936, en aquella ilusionante República, participando en la obra 'Arriba los poderes del mundo' en la que representaba al personaje 'Maricuela', nombre que la identificó hasta el día que nos dejó a los 105 años. Pero la seguridad fue efímera, de repente llegó la sublevación militar, llegó el fascismo, llegó una marea de muerte, terror, hambre y exilio. El sufrimiento, el miedo y la tristeza cubrieron todo el territorio de España. Y todo eso lo vivió y lo sufrió 'Maricuela' en su piel.
Como ella decía, ya desde el primer día del levantamiento militar se presentó como voluntaria para defender la República, siendo destinada a las cocinas para alimentar a los combatientes en el frente y más tarde como enfermera en el hospital de día en Gijón. Tras la caída del Frente Norte fue detenida, encarcelada y condenada a cadena perpetua. Pasó cuatro años de hambre, condiciones terribles y miedo, en la cárcel de Santurrarán. Cada madrugada veía 'sacar' a compañeras de prisión, a amigas, para ser fusiladas en el cementerio. Allí se enteró de que su primer amor, Quintín, había sido fusilado con 23 años por los franquistas. Su vida fuera de cárcel tampoco fue tranquila. Controlada y perseguida de nuevo, tuvo que huir y vivir en el exilio en Francia junto a Chano, su marido, y sus dos hijos María Ángeles y José Antonio.
Por eso, 'Maricuela', te admirábamos y te admiramos, te queríamos y te queremos. No te olvidaremos nunca. Y a partir de ahora iremos a verte al Sucu, allí te recordaremos con la placa que está mirando hacia la Fosa Común, justo donde tú querías, donde están tus compañeros en la defensa de la libertad y la democracia.
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