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Directo España muestra su superioridad en una gran primera parte

El crecimiento exponencial de Vox

Ni Foro ni el Partido Popular se quieren enterar de que, viendo la evolución mes tras mes, la formación denostada podría tener la llave política del gobierno de Asturias y del Ayuntamiento de Gijón

Jueves, 30 de octubre 2025, 01:00

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De aquí a que se celebren las municipales de 2027, la cosa política en Gijón se va a poner divertida, y lo digo porque, a ... poco que espabilen los socialistas locales acertando en la designación de candidato o candidata a la alcaldía, podrían ser otra alternativa de gobierno diferente al del mal llamado centroderecha. Realizo esta consideración al observar que las formaciones –en este caso las que constituyen el gobierno municipal de la ciudad– tratan a Vox como un apestado al que hay que desodorizar, ignorándolo de momento para que forme parte de esa alianza de partidos. De lo que no se quieren enterar torpemente ni Foro ni el Partido Popular es que, viendo la evolución mes tras mes, la formación denostada podría tener la llave política del gobierno de Asturias y del Ayuntamiento de Gijón; el crecimiento exponencial de Vox en toda España no va a ser una excepción en Asturias. Aunque la situación a nivel local y regional es diferente. En lo que respecta al PP gijonés, desde hace unos meses este partido comienza a garrear de manera importante sobre su inestable fondo de la centroderecha. Su pérdida de anclaje en Gijón se produce a consecuencia de su sumisión a Foro –tras el acuerdo suscrito hace meses entre Queipo y Pumares–, que ha desarmado internamente a los Populares, quienes pierden cualquier opción de poder ser considerados fuerza relevante con pretensiones para gobernar la ciudad. Tal es así que en la sede de Álvarez Garaya ya le han manifestado abiertamente al presidente local, Andrés Ruiz, que así no se podía seguir y que la dignidad del partido estaba por encima de todo. El paso valiente de Ángela Pumariega marcó un punto de inflexión entre muchos militantes: se negó a guardar silencio y contradijo a Foro en el polémico cierre y traslado del Museo Piñole al edificio de Tabacalera, pese al tirón de orejas que llegó después desde Oviedo. Ello ha generado que, en las últimas semanas, Álvaro Queipo tomase las riendas del gobierno local del PP. Quiso dejar claro que no permitirá ningún movimiento en la oscuridad que perjudique su relación con Foro Asturias de cara a las próximas autonómicas. Vamos, un mandato al más puro estilo tejeril de «¡Quieto todo el mundo!». En reiterados encuentros con el grupo municipal popular gijonés, Queipo ha insistido en que el pacto suscrito en Oviedo era inamovible, y quien no estuviera de acuerdo ya sabía dónde tenía la puerta.

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