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Silbato en la niebla

Silbato en la niebla

Ojalá la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento de Gijón, dentro del obligado respeto de competencias de cada uno, sean capaces de lograr el exigible entendimiento para el desarrollo de los suelos de Naval Gijón

Jueves, 17 de abril 2025, 02:00

Lo que mal empieza, termina peor y presenta escasas posibilidades de arreglarse a medio plazo, y el proyecto del parque empresarial sobre los suelos de ... Naval Gijón comienza a tener vías de agua importantes. Hoy somos muchos los gijoneses que nos mantenemos expectantes sobre este importante asentamiento empresarial anunciado hace dos años a bombo y platillo por todos los miembros del gobierno local con importante despliegue de medios virtuales. Desde ese día, y habiendo transcurrido ya bastante tiempo, el panorama comienza a ser tan desolador como el espacio que se pretende ahora segar y adecentar. Al respecto, con todo lo relacionado con este proyecto no son muy esperanzadoras que digamos las noticias que nos ha trasladado EL COMERCIO referidas al rifirrafe que mantiene el gobierno municipal de la ciudad con los nuevos rectores de El Musel. Parece ser que el lío generado trae causa de un compromiso del expresidente Lourido con la actual alcaldesa: el motivo sería la cesión de la franja de borde marítimo que discurre en los terrenos vendidos al Ayuntamiento y que el nuevo equipo del Puerto está dispuesto a urbanizar dentro de otro proyecto de mayor alcance que arranca desde la punta Lequerica hasta Marina Yates, tocando los bordes de Naval Gijón destinado al uso y disfrute de todos los gijoneses. De igual manera, lo que parece positivo para la futura actuación y Gijón (que es lo más importante) no lo es tanto para el equipo de gobierno municipal quien sin temple político alguno y en rueda de prensa convocada al efecto repartió estopa de la fina a la Autoridad Portuaria cuando el mismo Ayuntamiento tiene asiento en el consejo de administración de esa entidad. Creo que no se puede crear de esta nueva iniciativa un estéril conflicto político. Por ello, resulta de obligada observancia, el respeto de las competencias de cada una de las instituciones en razón de la propiedad que detentan actualmente utilizando las herramientas del urbanismo que hará que puedan confluir los intereses de cada administración actuante. Lo contrario generará un nuevo barullo institucional que llevará a privar a los gijoneses de un paseo marítimo de lo mejorcito del norte de España .

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