Sobre perros y humanos
Dicen que los perros nacen con la capacidad de entendernos. Que los cachorros pueden deducir los deseos e intenciones del humano que los cuida. Cualquiera ... que conviva con un animal, especialmente con un perro, te dirá que eso es así, pero ahora la ciencia lo ha constatado. El estudio se acaba de publicar en la revista 'Current Biology' y, entre otras consideraciones, destaca la habilidad que tienen para desde los primeros meses ya, comprender indicaciones, gestos, sonidos. La respuesta, además, suele ser de cariño: lametones, movimientos de cola, saltos alrededor, los perros afrontan la convivencia con alegría. Una se queda mirando a la labradora que tiene en su casa de Bilbao y no puede evitar quedar fascinada con esa inteligencia emocional que se gasta. Sus ojos parecen adivinar cualquier dolor y su presencia es discreta en muchas ocasiones como si con tan solo estar ya fuera suficiente. Y es suficiente. «Los cachorros están preparados biológicamente para interactuar socialmente con los humanos», explica Emily Bray, investigadora en el Centro de Cognición Canina de la Universidad de Arizona y autora principal del estudio. Quizás de ahí su éxito, me digo yo. «Hay más perros que niños», se quejan algunos. Normal. Contemplando el panorama que nos rodea, una se pregunta si los humanos nacemos con esa capacidad o tenemos que ganarla a pulso. Ya, ya sé que nacemos con ella y la vamos haciendo, salvo excepciones, pero... es tal la falta de atención hacia el otro que llega a ser asfixiante la falta de empatía. Envidio la naturaleza soleada y profunda de mi labradora, que se deshace en alegrías cuando me ve y decide calmar angustias posando su pata sobre mi pierna, como si supiera.
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