El unicornio del Ibex
Doblar o triplicar el sueldo. ¿Se lo imaginan? | ¿Cuánto tienen ustedes que trabajar, luchar, llorar y sufrir para que sus jefes les suban el sueldo un poco?
Hay muchas clases de dinero. Tenemos buen dinero, a interés, al contado, burgalés, contante y sonante, de plástico, en tabla, negro, sucio, trocado, seco, etc. ... Dinero al que a lo largo de los anales del tiempo se le han dedicado historias de todo tipo. Escritas o cantadas, es el fruto de cuantiosas discordias. Cuántas tragedias se han escrito en torno a él. Se suele decir en literatura que los temas que mueven cualquier narración son básicamente cuatro y que el resto de argumentos o tramas giran siempre en torno o ellos o son derivados de los mismos. Esos temas son el amor, la venganza, la muerte, y, por supuesto, el dinero.
¿Por qué les hablo de dinero? ¿Acaso me voy a poner aquí a hacer una disertación sobre lo que el capital nos hace sentir o padecer, según se mire? No, no se preocupen que no se trata de eso. Les hablo de dinero porque leí hace poco una noticia en la que se detallaba el sueldo, subidas y bajadas, de los llamados jefes del Ibex. 35 directivos entre los que solo había, por cierto, tres mujeres —para que luego haya quien siga diciendo que la igualdad ha llegado y que las mujeres nos quejamos por nada—. El artículo nos refería cómo estos ejecutivos recibieron el año pasado 140 millones de euros, lo que significa un 12% más que el anterior. 140 millones. Han leído bien. ¿Qué harían ustedes con 140 millones?
Para ser justos, hay que decir que la mayor parte de estos directivos se bajaron el sueldo o se lo congelaron, 24 de los 35, mas lo llamativo es aquellos que se lo subieron aun cuando en sus empresas hubo pérdidas. Estos son cuatro y se corresponden con Ferrovial, Aena, Indra y Siemens Gamesa. Los otros que se lo subieron son los jefes de Acciona, Endesa, Iberdrola, Viscofan y Pharmamar. Sé lo que están pensando. Yo también lo he hecho, es inevitable. Las eléctricas nunca pierden y sus directivos tampoco. Que llueve, sube la luz. Que hace sol, también. Que hay sequía, por supuesto. Un temporal de nieve, arriba. Una ola de calor, más arriba todavía. Es que el fijo de la factura; es que en realidad es culpa de las renovables; es que es por el calentamiento global y el uso de combustibles fósiles… Lo que quieran, pero siempre sube, como sus beneficios y sus sueldos. Ignacio Sánchez Galán, por ejemplo, presidente ejecutivo de Iberdrola, cuyos resultados escalaron un 7,5%, se subió su remuneración un 20,4.
Esta subida llama la atención, pero no es la más acusada. De hecho, es bastante 'normal' dentro de lo visto, porque hay quien se ha subido el sueldo un 140 o un 117%. Y esto redondeando a la baja, lo que hace que por el camino se nos queden unos cuantos miles de euros. El del 140% es Markus Tracke, consejero delegado de Siemens Gamesa, quien casi triplicó su sueldo en 2020. El del 117% es José María Fernández Sousa-Faro, presidente de Pharmamar.
Doblar o triplicar el sueldo. ¿Se lo imaginan? ¿Cuánto tienen ustedes que trabajar, luchar, llorar y sufrir para que sus jefes les suban el sueldo un poco? Que ya lo del 20% es una quimera, así que lo de los otros dos es directamente un unicornio para el común de los mortales. O como un pony para cualquier niño. «Y mi pony. ¿Dónde está mi pony?»
No seré yo quien abogue porque la gente trabaje gratis, ni mucho menos, que desgraciadamente en este país nuestro eso ya sucede —pregunten a becarios, aprendices, categorías llamadas 'junior', etc.—, pero entre los 140 millones de estas personas y el trabajo de mogollón, de balde, gratis, hay una enorme, ciclópea en realidad, diferencia. Y todo durante uno de los peores años de la historia del país. Así que la próxima vez que la CEOE y alguno de nuestros amados políticos expongan lo mal que lo están pasando las grandes empresas, que tienen tantas pérdidas, que dicen que pagar el sueldo mínimo les arruinará, que piden ayudas a papá Estado para sobrevivir, etc., les pediría, por vergüenza, que se hicieran mirar lo del unicornio del Ibex.
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