El Ayuntamiento de Oviedo abrirá al público el parque fluvial del Nora el próximo día 21

En diciembre del año pasado, Sardalla Española recibió el encargo de terminar las obras de acondicionamiento del entorno del río Nora a su paso por La Corredoria después de imponerse en concurso a otras 14 empresas con una oferta de 787.290 euros, por los 1,1 millones de la licitación, y un plazo de ejecución de cuatro meses. La empresa cumplirá con más de ocho de retraso. Fuentes del equipo de gobierno confirmaron que el acta de recepción del nuevo espacio verde se firmará el 21 de este mes, pero eludieron precisar la causa de los retrasos en la transformación de estas 23 hectáreas de la margen ovetense del río en un parque fluvial. Unos trabajos que han incluido la limpieza y desbroce de los terrenos, la eliminación de la flora invasora autóctona y la creación de sendas y una pasarela sobre el cauce que unirá la zona ovetense con la de Siero, parcialmente adecuada por Parque Principado.

En realidad, es la segunda vez que el Ayuntamiento intenta construir el parque. En la anterior, en agosto de 2012, encomendó los trabajos a Jesús Martínez Álvarez Construcciones, ganadora de un concurso al que concurrieron 20 empresas con una baja del 39% sobre los 1,6 millones de euros de la licitación. Casi ocho después, la empresa entró en concurso de acreedores y las obras fueron abandonadas tras ejecutarse apenas el 3% del proyecto. El Ayuntamiento decidió rescindir el contrato por causas imputables al contratista, con la consiguiente reclamación de daños y perjuicios, por el temor a perder los fondos europeos, al tratarse de un proyecto financiado dentro del plan Urban.

Sin luz ni bancos

La nueva zona verde enlazará con las sendas del lado de Argüelles (Siero) y con el parque lineal de la 'Y', otro proyecto financiado con los fondos europeos para regenerar como jardines los espacios degradados que dejaron al borde de la calzada de la 'Y' y de las obras de urbanización de Prado de la Vega y La Corredoria para crear un parque con más de tres hectáreas de césped.

Se trata de un parque singular. Con 1,7 kilómertros de largo, con zonas muy estrechas y tres ensanches donde se instalarán los distintos equipamientos. El problema para los vecinos es la falta de bancos y de iluminación. No tiene fácil solución. El diseño de la zona verde hace que para poder colocar asientos sea necesario ensanchar los viales actuales, cuyo diseño tiene una anchura insuficiente. Tampoco hay presupuesto para colocar la iluminación. La prioridad ahora es alumbrar la pista finlandesa y, en un futuro próximo, la senda de Fuso. El parque del borde la 'Y' tendrá que esperar.