Los Servicios Sociales del Ayuntamiento ultiman un convenio con el TSJA para intervenir en desahucios

No había pedido ayuda ni a los Servicios Sociales del Ayuntamiento ni a las plataformas antidesahucios de la ciudad. Lennier Ramírez afrontó el desalojo de su casa en el número 19 de la calle Independencia en soledad. Sucedió durante la mañana del pasado miércoles y, tras esa intervención policial con la presencia de una comisión judicial, falleció. Una muerte que para muchos se antoja incomprensible e injusta.

«En el caso del joven Lennier, no había ningún tipo de información de él en el Ayuntamiento. Salvo que acudan para pedir ayuda es imposible actuar, aunque estamos ultimando un convenio con el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA)», explicó ayer la concejala de Atención a las Personas, Marisa Ponga.

A falta de trámites administrativos, el Ayuntamiento y el TSJA firmarán el acuerdo para que los juzgados informen a Servicios Sociales sobre los desahucios hipotecarios que ejecutan. «Así podremos intervenir en estos casos. Lo propusimos tras la resolución municipal para que Oviedo fuera una ciudad libre de desahucios, y la colaboración del los juzgados fue buenísima», relató la edil.

La muerte de Lennier Ramírez, cubano de 30 años, ha causado una gran consternación en Oviedo, donde residía desde 2010 y tenía una academia de baile junto a su hermana. Las reacciones no se hicieron espera y numerosas personas se concentraron ayer ante la que fue su vivienda.

«Solo sabemos que hubo un desahucio y ahora hay un muerto. Eso es más que suficiente para que recordemos la necesidad de que las entidades públicas actúen de forma urgente», comentó ayer un portavoz de Stop Desahucios. El colectivo convocó la protesta en Independencia, donde anteayer, durante la intervención policial, Lennier se «sintió indispuesto», según relató la Policía Nacional. Un vecino asegura que le vio tendido en el suelo del rellano y creyó que estaba ya muerto. Fuentes hospitalarias confirmaron a EL COMERCIO que el chico llegó con vida al Hospital Universitario Central de Oviedo (HUCA). Estaba en muy mal estado y entró en una parada cardiorespiratoria que no superó. Ninguno de los doctores quiso certificar su muerte y la jueza en funciones de guardia y un forense tuvieron que declarar el levantamiento del cadáver.

Todos estos aspectos levantaron suspicacias entre unos manifestantes que aunque en las declaraciones oficiales se mostraban prudentes y reclamaban «la creación de un parque de viviendas de urgencia para evitar estas situaciones», luego en sus cánticos eran más incisivos. 'Nun ye una muerte, ye un asesinato', 'Valió ya de violencia policial', 'Obrero desahuciado, banquero rescatado' fueron algunas de las proclamas que ayer se oyeron durante la concentración que se transformó en manifestación.

Tras quince minutos ante el portal de Ramírez, vigilados en la distancia por las fuerzas de seguridad, las numerosas personas que participaron en la protesta decidieron cortar el tráfico, apenas cinco minutos. Pero luego optaron por dar la vuelta a la manzana, pasando por la calle Uría, hasta la puerta de la comisaría de la Policía Nacional. La concentración discurrió sin tensiones y finalizó con un minuto de silencio.

Somos, por su parte, envió un comunicado exigiendo a Delegación de Gobierno que aclare el fallecimiento. «Somos exige que se investigue con rigor y aclare completamente las circunstancias en las que se produjo la detención del vecino que perdió la vida», instó la vicealcaldesa Ana Taboada, quien animó a todos los ovetenses que se encuentren en esta situación a que se pongan en contacto con el Ayuntamiento para buscar alternativas.