«Hubo absoluta disponibilidad de agua en el incendio de Melquíades Álvarez»

Aqualia, la concesionaria del servicio de Aguas, niega esta versión. Fuentes de la empresa señalaron ayer que durante las labores de extinción «hubo absoluta disponibilidad de agua» y la presión y el caudal registrado fue «normal y habitual». Es más, añadieron que durante esa noche se «puso a disposición» del Ayuntamiento una brigada «que colaboró en la apertura total de la válvula de una boca de riego, que se encontraba en un lugar accesible».

La empresa, indicó, no entiende por qué los bomberos usaron las bocas de riego en vez de los hidrantes de las vías cercanas: «En las inmediaciones de la calle Melquíades Álvarez existen varios hidrantes (tres en la calle Nueve de Mayo y otros dos en Palacio Valdés)» que no fueron utilizados. Además, defiende que su contrato «no incluye la inspección de dichas bocas de riego e hidrantes, ni el mantenimiento».

Por su parte, el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, incidió en que «ahora mismo se está trabajando y casi terminando el plano de ubicación de los hidrantes». Un proceso que va «paso a paso» y que han ido desarrollando los propios bomberos, analizando cada una de las bocas de la ciudad.

Respecto a la falta de la señalización, el socialista reconoció que tanto su identificación como «instalación» necesitan «una contratación nueva y específica», pero también es consciente de que «lo ideal es hacerlo lo más rápido posible».

Por otro lado, los bomberos siguen investigando las causas del incendio en el que un compañero resultó herido. Entre las posibilidades se baraja un posible cortocircuito o que una colilla incendiase el colchón. Debido a la gravedad del incendio, los agentes del SEIS desalojaron todo el edificio y los inquilinos pudieron volver a sus casas una vez que las llamas fueron sofocadas y se constató que la estructura no había sido dañada. El piso afectado quedó calcinado.