Acepta dos años de prisión por maltratar a su mujer y a sus hijos durante más de una década

Ramón M. R., el hombre acusado de maltratar durante más de una década a su esposa y dos hijos, uno de ellos en común, ha reconocido los hechos este martes y aceptado, ante la jueza del Juzgado de lo Penal número 4 de Oviedo, una pena de dos años de prisión. Al procesado, la Fiscalía le imputaba tres delitos de violencia de género y uno de maltrato, y una pena de seis años de cárcel y tres meses y tres días de prisión más varías ordenes de alejamiento por someter a su mujer a agresiones físicas «con intención de quebrantar su salud física y psíquica continuamente».

En ese sentido, la acusación particular, ejercida por la letrada Verónica Cotelo, solicitaba trece años de privación de libertad, una orden de alejamiento de 5 años una vez cumplida la condena y sendas indemnizaciones de 10.000 euros para la víctima y 6.000 para cada hijo. Al final, ha habido conformidad entre las partes y R. M. R. ha aceptado, como autor de un delito de maltrato habitual, además de los dos años, que serán suspendidos si en tres años no delinque, las prohibiciones de acercarse a cualquiera de las víctimas a menos de 500 metros y de comunicarse con ellas durante cuatro años, la realización de un curso sobre violencia de género y el pago de un responsabilidad civil 6.000 euros para la mujer y 2.000 para cada hijo por «daños morales».

Además, y por un delito de maltrato contra el hijo en común de la pareja, también deberá realizar 56 días de trabajos a la comunidad. El procesado, además, acepta la privación de la patria potestad del hijo menor, el que es común con la víctima de malos tratos.

El acusado mantuvo una relación de convivencia con la mujer durante quince años y tienen en común un hijo nacido en 2004. En el domicilio familiar, en Oviedo, convivía también el hijo mayor de la mujer, de 20 años, hasta que se fue de casa en diciembre de 2017. Los episodios de violencia habían comenzado al poco de nacer el pequeño, que hoy ya tiene 16 años. Además de patadas, puñetazos y diversas agresiones de carácter físico, las amenazas se sucedían. «Yo iré para la cárcel pero vosotros vais seguro al cementerio, no vales para nada» o «te voy a echar de casa, hijo de puta, no vales para nada, si me meten preso vas bajo tierra», son algunas de las frases que profería el hombre contra su mujer y el hijo de esta.

El acusado se mostraba igualmente muy agresivo con su hijo menor, principalmente desde que este cumplió 6 años, y «le golpeaba con patadas y puñetazos, en ocasiones, con el cinturón en la espalda y en las piernas». El último ejemplo de violencia contra este tuvo lugar presuntamente en abril de 2018, cuando, tras recibir una llamada del colegio informando de un incidente, el acusado reaccionó airadamente y le propinó «puñetazos y patadas por todo el cuerpo, le arrancó mechones de pelo y le lanzó contra la pared». El niño, además, estuvo presente en las numerosas ocasiones en que su madre fue golpeada, insultada y amenazada, insistía el Ministerio Público.