«La ampliación de la iglesia de La Tenderina es cumplir con un deber sentido y necesario»

Las fiestas de San Francisco Javier de La Tenderina se despidieron ayer de la mejor forma posible, con la colocación de los ladrillos de lo que será la nueva iglesia, diseñada por el arquitecto Alfonso Toribio. A lo largo de este mes se reanudarán las obras de ampliación del templo, paralizadas desde hace un año por la quiebra de la anterior adjudicataria. Será la empresa Promociones Tidea quien se encargará de esta segunda fase.

Los feligreses que acudieron ayer a la homilía procesionaron hasta el solar de las obras. Los trabajos suponen «cumplir con un deber sentido y necesario», valoró el párroco, Alberto Reigada, durante la bendición del terreno. Las labores coincidirán en el tiempo con el aniversario de la parroquia, que en 2019 cumple sesenta años.

Acompañado por el arquitecto y el jefe de obra, Juan Fierro, el sacerdote se dirigió a los fieles, a los que dedicó esta ampliación, en especial a los más pequeños de la parroquia. «Esta obra es para vosotros», aseveró.

Los trabajos tienen un coste de 600.000 euros por lo que «cualquier ayuda es bienvenida; buscamos recursos y agradecemos todo lo que venga», expuso.

La segunda fase de la ampliación consistirá en levantar los muros, hacer la cubierta y realizar los exteriores e interiores del templo, que contará con un ascensor para facilitar el acceso a las personas con movilidad reducida. «El proyecto realizado por Alfonso Toribio es perfecto», describió Fierro, responsable de la adjudicataria. «Nuestro trabajo solo es empezar y terminar», afirmó sin aventurar fecha concreta para el inicio de las obras, más allá de que arrancarán en este mismo mes. «Estamos preparando los temas relacionados con la seguridad y los contratos de abastecimiento para comenzar», justificó. Unos trabajos que se prolongarán hasta el verano, para que la nueva iglesia pueda inaugurarse en septiembre.