La Audiencia condena a Jorge Cue a doce años de cárcel por el homicidio de David Carragal
El fallo recoge que lanzó «una violenta patada» a la víctima sabiendo que era posible que «cayera al suelo sin control y causarse su muerte»
ALBERTO ARCE
OVIEDO.
Martes, 6 de abril 2021, 01:09
Doce años de cárcel y el pago de una indemnización de 125.000 euros a la familia por un delito de homicidio. Es la condena que ha impuesto el magistrado presidente del Tribunal del Jurado de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial ... , Francisco Javier Rodríguez Luengo, a Jorge Cue, el llanisco de 20 años que propinó una «violenta e inesperada» patada a David Carragal, de 33 años, provocándole la muerte días después.
Ocurrió en la madrugada el 11 de junio de 2019 durante la última noche de las fiestas de La Florida. Tras la agresión, el condenado «huyó inmediatamente del lugar», al igual que los dos amigos que le acompañaban, a los que el jurado popular declaró culpables de sendos delitos de omisión del deber de socorro, y que la sentencia recoge que deberán pagar multas de 2.250 euros. Abandonaron a Carragal «pese a ver la brutalidad de la patada y el tremendo impacto que sufrió, cómo caía al suelo y la gravedad de su estado».
El relato de hechos probados expone que aquella noche Jorge Cue y sus dos amigos, R. B. D. y A. S. S. se acercaron a la víctima, natural de Cudillero y maestro de profesión, y a las dos amigas que le acompañaban, ambas enfermeras, para pedirles de forma «insistente» tabaco y mechero. Se encontraban en el paso de cebra del Paseo de La Florida a la altura del número 58. Tras contestarles que no tenían cigarrillos, las chicas cruzaron la mediana; Carragal, «sin que conste que su actitud fuera desafiante», se quedó hablando con los tres jóvenes; cuando, de pronto, «Jorge Cue propinó a David Carragal una fuerte patada en la parte derecha de su cabeza que le hizo caer de espaldas, inconsciente y a plomo» y golpearse «violentamente» la zona parieto-occipital contra el suelo «causándose graves lesiones que finalmente produjeron su fallecimiento». El condenado «sabía que al dar la patada en la cabeza a la víctima era probable que cayera al suelo sin control y se causara su muerte, aceptando tal posibilidad».
El maestro no pudo protegerse ni de la patada ni del impacto contra el suelo. Ingresó de urgencia en la UCI del HUCA y fue sometido, a los tres días, a una craniectomía descompresiva (extirpación parcial del cráneo) que no logró salvarle la vida. Permanecía en coma con una fractura craneal severa de siete centímetros y lesiones graves en la parte contraria de la cabeza derivadas del contragolpe. Falleció el día 17 de ese mismo mes.
El juicio fue largo. Empezó el día 15 del mes pasado y terminó en la madrugada del 20. Declararon las amigas del fallecido, otras dos jóvenes con las que los procesados habían tenido una pequeña disputa en los instantes previos y que presenciaron los hechos, el médico intensivista que atendió a Carragal y los forenses que realizaron la autopsia, entre otros. El veredicto llegó tarde, a la una y media de la madrugada, tras más de nueve horas de deliberación. Prácticamente unánime, condenaba a Cue por un delito de homicidio sin atenuantes ni posibilidad de suspensión de la pena. Un veredicto que conllevaba una pena de prisión de entre 10 y 15 años. Finalmente, son 12.
En esa última sesión, el Ministerio Fiscal modificó su petición de pena de 11 a 15 años de cárcel por un delito de homicidio doloso. La acusación, ejercida por Ángel Bernal, elevó a definitivas sus conclusiones iniciales, pidiendo para el principal acusado 16 años de prisión por un delito de asesinato. Y la defensa de Cue, representada por Gabriel Cueto, modificó sus conclusiones para admitir un posible delito de lesiones en concurso ideal con un delito de homicidio.
No obstante, el tribunal es tajante al sostener que tras lanzar la «brutal e inesperada patada», aunque no tuviese una intención previa de matar, «aceptó que su acción podía dejarle inconsciente (a David Carragal) y arrojarle con fuerza contra el suelo, lo que podía provocarle unas graves o mortales lesiones en la cabeza», como así ocurrió.
No miraron atrás
A. S. S. y R. B. D., defendidos por José Joaquín García y Sergio Herrero, respectivamente, deberán pagar una multa de diez euros al día durante siete meses y medio. La sentencia sostiene que salieron corriendo «sin preocuparse por socorrer a David Carragal ni realizar una mínima comprobación de si había ayuda real y efectiva que este pudiera recibir», a pesar de ver «la brutal patada».
En la última jornada del juicio, el llanisco aprovechó su última palabra para disculparse. «Estoy muy arrepentido de lo que pasó esa noche, soy consciente de que actué de una forma imprudente, pero nunca quise que David se muriera». Cabizbajo continuó: «Me gustaría pedir perdón personalmente a los familiares y a sus amigos, y repetir que en ningún momento quería que pasara algo así». «Es un peso que me voy a llevar conmigo toda la vida», admitió. Lleva casi 22 meses en prisión preventiva.
Ese mismo turno, en el que el ovetense A. S. S. prefirió no decir nada, el otro llanisco, R. B. D., explicó lo siguiente: «Quería decirles que yo en ningún momento me paré a pensar que podía llegar a pasar esto. Si fuese consciente de que iba a pasar, no hubiese abandonado ese lugar, y que lo siento», lamentó.
La sentencia no es firme, cabe recurso de apelación ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Asturias en un plazo de diez días. La defensa de Cue ya manifestó su intención de hacerlo y las de los otros jóvenes lo decidirán con las familias.
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