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G. D. -R./C. P.
Lunes, 4 de febrero 2019, 01:33
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El cambio de propiedad del Balneario de Las Caldas, que permitirá al establecimiento dejar atrás más de un lustro de problemas económicos y societarios, es, para el concejal de Turismo, Rubén Rosón, una buena noticia para «una importante instalación de la zona rural de nuestro concejo», que, además, encaja con el modelo de turismo de naturaleza que promueve el equipo de gobierno y que corre en paralelo al planteamiento contrario a la instalación de nuevas industrias contaminantes en el entorno de Las Caldas que defiende la concejalía de Urbanismo y Medio Ambiente. Rosón se mostró satisfecho con «cualquier avance» que ayude a la proyección de «un establecimiento que genera más de cien empleos directos» y que destacó, «posibilita y potencia otros proyectos locales de empleo» y actividades en la zona.
Como adelantó ayer este diario, la sociedad promotora y propietaria de Las Caldas Villa Termal (Balneario de Caldas de Oviedo) está a punto de cambiar de manos con la venta, dentro del plan de liquidación del Grupo Ceyd de casi el 60% de sus acciones a un nuevo inversor con una potente división hotelera. La venta, que se espera cerrar este mismo mes, permitiría al balneario soltar amarras y dejar atrás los años de penurias y falta de inversiones motivados por la situación concursal de su matriz.
Rosón insistió en que el turismo termal y de naturaleza que representa Las Caldas Villa Termal «encaja perfectamente en nuestro Plan de Economía Natural, que pretende fomentar nuestros espacios naturales, como el valle de Las Caldas, para generar empleo, cuidar nuestro entorno, atraer turistas y fijar población en la zona rural». El edil también quiso agradecer el trabajo de su compañero, Ignacio Fernández del Páramo, y de los técnicos de Urbanismo y Medio Ambiente «para impedir la llegada de industrias nocivas» porque negocios como el balneario «tienen pocas opciones de prosperar en entornos con alta contaminación». «El futuro del valle no pasa por industrias extractivas, está en actividades como ésta, que dan opciones de ocio y proyección al entorno natural», concluyó Rosón.
Al Ayuntamiento la llegada de un inversor para el Balneario de Las Caldas le gusta, pero a la plantilla, con todas las prudencias a la espera de que se cierre el acuerdo, el desembarco de un nuevo propietario le ilusiona: «Hemos trabajado y pasado mucho estos 11 años, ojalá se cierre pronto y veamos crecer esto», exponía ayer una de las trabajadoras. El establecimiento cuenta con una plantilla de 104 trabajadores fijos, que aumenta hasta los casi 150 en temporadas altas. Aunque «ya no somos los mismos que empezamos, sí que hay mucho compromiso con el proyecto, lo hemos dado todo estos años», insiste la misma empleada, «y con muy poco, podría darse un gran salto». Se refiere, explica, a que la situación concursal de Grupo Ceyd ha frenado inversiones y recortado el mantenimiento desde hace más de un lustro y, también, «la comercialización. No podíamos ir a ferias o eventos de captación».
Una situación a la que la llegada -falta cerrar flecos del acuerdo con los acreedores- de un nuevo inversor, daría la vuelta. Los compradores plantean integrar el establecimiento dentro de su propia división hotelera.
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