El Ayuntamiento reserva 250.000 euros para el nuevo servicio de serenos

Dieciocho personas a través de una cooperativa, según los últimos cálculos municipales, se encargarían desde las 23 horas hasta las 7 de la mañana de recorrer las calles con el fin de cuidar los barrios acompañando a la gente, informando a los turistas o velando por que los comercios no se queden con la puerta abierta. No se trata de un «servicio de seguridad», tal y como expuso recientemente el presidente de la Agrupación de Sociedades Asturianas de Trabajo Asociado y Economía Social (Asata), Ruperto Iglesias, sino que se encargarán de garantizar la tranquilidad durante la noche.

En un principio el Ayuntamiento financiará todos los gastos iniciales, aunque la intención del equipo de gobierno es que, poco a poco, los propietarios de los comercios y los vecinos pongan su granito de arena. Quieren que los dueños de los locales paguen un recibo mensual de 15 euros y que los residentes financien el servicio con una aportación de dos euros mensuales por cada vivienda.

Con este dinero no solo se abonarán las nóminas y los correspondientes seguros sociales. También se costearía la adquisición de los uniformes, el mantenimiento de los vehículos del servicio -que se alquilarán a través de un servicio de reting-, los teléfonos móviles junto un servicio de antenas para la comunicación de los trabajadores.

La preselección de quién será sereno la llevará a cabo el servicio de Empleo municipal en base a criterios sociales y de aptitud. Se priorizarán para optar a este puesto, para el que no se requiere especial cualificación, a personas en situación ininterrumpida de paro duramente al menos un año, perceptores del salario social básico o rentas de emergencia, mayores de 45 años, inmigrantes, mujeres de familias monoparentales, inmigrantes o jóvenes sin estudios. Tras pasar una prueba de selección, los serenos afrontarán un curso de formación de 150 horas, con prácticas antes de poder salir a las calles de la ciudad y comenzar a prestar servicio.