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Huerta, en la plazoleta de Trubia. DAMIÁN ARIENZA
«Bajo La Vega podría estar el complejo palaciego de Alfonso II»

«Bajo La Vega podría estar el complejo palaciego de Alfonso II»

Toño Huerta Geógrafo, director de las Jornadas de Patrimonio Cultural: «Que la gente vea el patrimonio como algo propio hará que se preocupe por que se mantenga, es la mejor protección»

DANIEL LUMBRERAS

OVIEDO.

Lunes, 23 de octubre 2017, 01:59

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El geógrafo Manuel Antonio 'Toño' Huerta (Trubia, 1974) dirige por tercer año consecutivo las Jornadas de Patrimonio Cultural de la ciudad, que este año ofrecerán visitas a la Fábrica de Armas de La Vega y ponencias en el Campoamor.

-Las jornadas se centran este año en La Vega. ¿Fue difícil conseguir cinco visitas?

-No. Desde las primeras jornadas ya las planteamos y siempre hubo colaboración por parte de Defensa, con las normas que ponen. Fuera de la logística de las inscripciones, no es que sea muy complicado.

-¿Qué normas?

-Temas de seguridad. Que la gente no se disperse y vaya a su libre albedrío por la factoría, identificar a todas las personas que entran, firmar un eximente de responsabilidad... Exigen también al Ayuntamiento que contrate una póliza de responsabilidad civil. Cosas razonables.

-El concejal de Cultura alerta del mal estado de la fábrica.

-Sí, y creo que podemos extenderlo a todo el patrimonio industrial. En La Vega el abandono está latente, se va deteriorando de año en año. Antes visitábamos la biblioteca y ahora hay goteras, ventanas rotas, el suelo se hunde. En la fachada exterior del claustro hay desprendimientos. El presupuesto de Defensa es para seguridad, para mantenimiento no hay. Es increíble cómo la naturaleza va cogiendo lo suyo desde que la actividad fabril cesó en 2012.

-¿Se corre el riesgo de que el deterioro sea irreversible?

-A corto y medio plazo, no, porque no son daños estructurales. No hay una nave en peligro de caer. Otro tema son los chalés de La Tenderina, ahí no entramos y no sabemos cómo están. Son muchos años, igual treinta, de abandono, probablemente la estructura esté afectada.

-¿Qué usos provisionales podría tener la factoría?

-Lo primero y principal, tomar medidas de seguridad y abrirlo al público. A lo mejor, por la noche, cerrarlo, pero que por el día la gente pueda entrar. A partir de ahí, muchos de los que se están dando ya: actividades culturales como las de Noche Blanca, visitas guiadas y luego ir pensando. Creo que se necesita un proceso participativo para estudiar ya qué usos definitivos se le puede dar.

-¿Qué aportaría ese proceso?

-Hablamos de La Vega, pero en general todo el patrimonio cultural, es de la comunidad. Venimos de un proceso en el que parecía que se hacía lo que decían la Administración y los técnicos sin tener en cuenta a los demás, y eso hay que revertirlo. Se está consiguiendo que sea una relación horizontal, de tú a tú. Siempre se le da importancia al tema económico, pero creo que es más importante la rentabilidad social. Dinero hay, aunque digan que no. Hay fondos europeos y planes nacionales de conservación.

-Hablarán de la fábrica de loza, que el Ayuntamiento quiere comprar.

-Sí, lo vi en este diario. No sé si ahora es el momento de comprarlo o centrarse en las negociaciones; a lo mejor los usos de San Claudio pueden estar en La Vega. El patrimonio industrial a veces lo queremos esconder, nos avergüenza. Este sería el caso, lleva abandonado años: se declaró BIC, una sentencia lo tumbó, luego entró en el Inventario de Patrimonio y vemos cómo está: incendios, y en el interior se supone que tiene los moldes desde que se fundó (en 1901) a su suerte. No tienen valor económico, solo histórico.

-¿Es recuperable tras ocho años de abandono?

-Hay que ver qué se puede y que no. Que se puede recuperar: los moldes, los hornos y las chimeneas. Las naves y los edificios, no lo veo.

-¿La fábrica de gas sigue marchitándose?

-Todo lo que está cerrado y sin mantenimiento se deteriora. Está a la espera de ver si hay acuerdo entre el Ayuntamiento y EdP. Ahora que se va a actuar sobre la muralla, podría ser una buena oportunidad para hacer de bisagra entre El Antiguo y La Tenderina con algún uso ligado a la cultura o el ocio.

-¿Ese olvido del patrimonio industrial vendría de que no hay BIC?

-A día de hoy hay más de 300 BIC, un uno y pico por ciento industriales. En el segundo nivel, el Inventario, los mismos números. Parte de culpa, sí. Aunque lo pondría en segundo lugar; hay que hacer una labor de divulgación, no tantas charlas técnicas como llevar a la gente a conocer el patrimonio. Cuando lo vean como algo propio, se van a preocupar de que se mantenga, y esa es la mejor protección.

-¿Las sendas periurbanas servirían para esto?

-Serían una buena herramienta, que pasen por ese patrimonio permitiría que la gente empezase a conocerlo. Oviedo es de los concejos que más tiene, incluso minero: la mina del Valle en Tudela Veguín, el pozo de San José en Olloniego, las fábricas de armas, centrales hidroeléctricas del siglo XX -dos ejemplos: una en Olloniego que sigue funcionando y otra en Trubia en ruinas-, sidra Cima, en Colloto...

-Las charlas son otra novedad de esta edición. ¿Qué destacaría de ellas?

-Queremos hacer un guiño no solo al Camino de Santiago, sino también al ferrocarril y la Vía de la Plata. Hay saltos en el tiempo, del pasado al futuro: el monasterio de La Vega y el proyecto de sendas.

-¿Cómo casan el monasterio de La Vega y el Camino Primitivo?

-En sus orígenes estaba vinculado al Camino de Santiago, que pasa por La Tenderina, y la Vía de la Plata, que pasa por Santullano. Está en medio. Queda ver lo que hay debajo: el complejo palaciego de Alfonso II, que los arqueólogos dicen que podría estar. Creo que nunca se ha excavado. También hay una leyenda con los túneles, pero son de servicio: electricidad, calefacción. Cuando se construyeron, a lo mejor afectó a lo que pueda haber.

-Visitan las cascadas de Guanga, que también se quieren recuperar.

-Sí, casi a modo de resumen de las jornadas. Vamos a ver la historia del ferrocarril de Trubia a Oviedo; aquí voy a hacer una introducción industrial, luego el paisaje rural y, en las cascadas, el castillo que había del conde Gonzalo Peláez, que se sublevó. Guanga está muy de moda, esperemos que no muera de éxito. Empieza a haber masificación.

-¿Qué hay del Museo de las Armas de Trubia?

-La promesa está. La asociación de vecinos quiere retomarlo, contactaremos con el Ayuntamiento. Esperemos que se retome y, si no, haremos ruido.

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