«En el Calatrava hay goteras en los cuadros eléctricos y es un riesgo»

La distancia física redujo tensiones. Apenas hubo encontronazos entre el equipo de gobierno y oposición. Rubén Rosón, por Somos, reprochó al bipartito sus prisas por gastar el remanente en lugar de en ayudas sociales y a empresarios en obras «como el Calatrava». El concejal de Economía, Javier Cuesta, le replicó que no era cierto y le retó, desmintiendo una información publicada en un periódico, a que encontrase una declaración suya sobre el tema. Insistió en que el Palacio de Congresos «tiene que ser una palanca importante» para superar la crisis y denunció el abandono de la captación de congresos bajo la dirección del edil de Somos, mientras este protestaba porque, dijo, multiplicaron por seis los eventos en su mandato.

Terció el alcalde, Alfredo Canteli: «Teníamos que decir más del Calatrava», señaló, «está lleno de goteras, hecho una pena, hay humedades en sitios de riesgo como el cuadro eléctrico y eso no se puede dejar así. No vamos a hacer obras, vamos a hacer el mantenimiento que no hicieron ustedes». Lo cierto es que el proyecto para atajar las humedades lleva un par de años dando vueltas y pendiente de que lo aprueben (y paguen) el resto de propietarios del complejo.

En el turno de preguntas, Nacho Cuesta aclaró a pregunta de Ana Taboada que ante las «discrepancias entre los servicios municipales y la empresa concesionaria» Aqualia, el equipo de gobierno trabaja para «crear un marco donde se pudiesen superar» esas diferencias, al margen de la comisión de técnicos, «para llegar a un acuerdo». Los funcionarios sostienen que la empresa incumple el contrato y carga gastos indebidos al Ayuntamiento. Cuesta también aprovechó una pregunta del PSOE para lucir «haber multiplicado por cinco las eficiencia en licencias» y anunciar que «aún aumentará de forma exponencial con la reorganización del servicio».