La Cámara de Comercio se renueva para atender a casi 35.000 empresas

Desde el pasado jueves Carlo Paniceres, consejero delegado de Transinsa, la concesionaria de ambulancias del Principado, es el presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo para los próximo cuatro años. Tras un proceso electoral sin disputa, en sintonía con la FADE, de la que Paniceres es presidente y para la que reservó durante su discurso de investidura el papel de ser «la voz política» de los empresarios asturianos, el nuevo presidente cree que las entidades camerales van a jugar un papel clave en la creación del área central metropolitana como espacio de oportunidades de negocio y vertebración social de la región.

Pero aparte de mirar a las grandes decisiones que se deben tomar entre administraciones y actores sociales «huyendo de localismos», dijo, desde la propia naturaleza de la Cámara de Comercio deberá atender al día a día de 35.000 empresas radicadas en los 69 municipios que abarca la de Oviedo.

Agotado el mandato anterior en el que Fernando Fernández-Kelly tuvo como principal objetivo la estabilidad presupuestaria, Paniceres hereda una cámara con solidez patrimonial. Los haberes de la entidad ascienden a 17 millones de euros entre la propia sede de la calle Quintana o los viveros de empresas tanto en Oviedo como en Olloniego. Pero a los edificios hay que «darles contenido» como han explicado en las últimas fechas tanto Fernández-Kelly como Paniceres.

Así, en cuanto actividades realizadas en el último ejercicio para dar servicio a autónomos, emprendedores, búsqueda de proyectos fuera de Asturias o formación, la Cámara de Comercio de Oviedo ha sabido reinventarse para asegurar su viabilidad económica.

Gestionó en 2017, 377 peticiones de asesoramiento empresarial a través de nueve programas diferentes y a través de una línea de subvenciones de 130.000 euros. En cuanto a la creación de empresas, atendó a 2.223 usuarios. De esa primera conversación, se lograron crear 390 mercantiles nuevas; 39 de ellas se alojaron en los propios viveros de la cámara: 16 en las naves industriales y 34 en los despachos.

La Cámara opera en Luarca, Cangas del Narcea, San Martín del Rey Aurelio y Mieres a través de las antenas camerales. El año pasado también hubo un incremento de consultas en esas oficinas con 1.721 consultas de las que resultaron en 64 nuevas empresas.

En cuanto a formación, la Cámara gestiona un proyecto Erasmus para jóvenes emprendedores aparte de jornadas y cursos específicos. El año pasado pasaron por sus aulas 800 alumnos. Asimismo, participa del programa de FP dual para la formación de profesionales en las empresas.

En nuevas tecnologías, en las que tanto el presidente saliente como Paniceres creen que serán una oportunidad de crecimiento de la economía asturiana, el año pasado alojaron a 40 empreas en su vivero digital.

El único pero, en cuanto a los datos de actividades y acciones es el escaso reconocimiento que todavía dan los empresarios a la corte de arbitraje a la hora de resolver litigios. Solo recibió una solicitud cuando, en teoría, esta posibilidad alejaría a las empresas de procesos judiciales largos y onerosos.

El pasado jueves, durante la elección del plenario y la toma de posesión de la nueva junta directiva Paniceres desgranó su ideario para continuar la labor emprendida hace cuatro años por su predecesor. Desde potenciar el servicio de ventanilla única para agilizar trámites o a las ayudas en el papeleo a los autónomos. También aludió al emprendedor y a los viveros de empresas con los que cuenta la entidad e incluso avanzó la posibilidad e ampliar instalaciones si la coyuntura con las adminsitraciones públicas es propicia.

Por otro lado, la Cámara tiene recorrido en potenciar el reconocimiento de la mujer empresaria y directiva para que su presencia en la toma de deciones de las empresas sea efectiva. En este sentido, en la nueva directiva aparecen tres empresarias. De los 55 vocales que componen el pleno, 13 de ellas son mujeres.

En una región periférica, en donde gran parte de los grandes proyectos empresariales han dependido históricamente de la voluntad de las adminsitraciones públicas de invertir aquí, el futuro de las empresas asturianas pasará por una buena colaboración con esas misma adminsitraciones y en la capacidad de subirse a la economía de las nuevas tecnologías. De lo primero, Panicesres avanzó que espera una «colaboración absoluta» para emprender proyectos, de lo segundo, el presidente saliente, en una reciente entrevista con este diario, afirmó que «hay sectores con futuro en ingeniería, el turismo y las TICs. Esa tecnología antes no existía y los jóvenes tienen un gran potencial».