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La imagen de La Santina durante la procesión, llevada a hombros por varios socios y con las damas del Centro Asturiano lanzando pétalos de rosa sobre ella.

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La imagen de La Santina durante la procesión, llevada a hombros por varios socios y con las damas del Centro Asturiano lanzando pétalos de rosa sobre ella. FOTOS: ALEX PIÑA

El Centro Asturiano celebra su festividad de La Santina «al servicio de los socios»

El puente festivo pasó factura a las fiestas, menos concurridas que en otras ediciones, que despidió su día grande con la tradicional procesión

CECILIA PÉREZ

OVIEDO.

Lunes, 9 de septiembre 2019, 02:11

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El Centro Asturiano se sumó ayer a las celebraciones del Día de Asturias con su propio día grande en las fiestas en honor de Nuestra Señora de Covadonga. Una festividad que, por primera vez no estuvo dirigida por el que fue su presidente durante diecinueve años, Alfredo Canteli, que no faltó a la cita, pero ahora como alcalde del municipio.

Con todo, su sombra es alargada en el club de campo y su llegada a las instalaciones del Naranco fue acogida con entusiasmo tanto por los socios más madrugadores como por el actual presidente de la entidad, José Manuel Granda. También esperaban al alcalde los concejales del Partido Popular, José Ramón Prado y Concepción Méndez así como por el asesor de Alcaldía, José Ramón Pando. Canteli llegó al mediodía justo treinta minutos antes de la tradicional procesión de La Santina. «Esto está siendo muy emotivo porque a esta casa la quiero mucho. Mi vida estuvo vinculada a ella durante muchos años, los últimos como presidente, y el cariño que me están dispensando los socios, eso no tiene precio», agradeció Alfredo Canteli, tras la procesión y misa en honor de La Santina.

La comitiva partió a las doce y media del mediodía de La Casina del Centro Asturiano para dirigirse hasta el teatro de los Bolos donde tuvo lugar la homilía. Las gaitas y panderetas encabezaron la comitiva al son de la banda de gaitas del Centro Asturiano, la de Camín de Fierro y la de la Asociación Folklórica San Félix de Valdesoto. Una procesión donde se notó una menor afluencia de gente que en pasadas ediciones. «Yo lo achaco al puente porque, con el lunes festivo, la gente se ha ido fuera», argumentó Rafael Suárez, un asiduo que no falta a las fiestas del Centro Asturiano «desde que tengo uso de razón».

El padre Valdés fue el encargado de oficiar la eucaristía. Un acto que comenzó con el saludo protocolario a las autoridades y a los socios del Centro Asturiano, una institución que valoró por «ser un centro de encuentro y convivencia», resaltó el padre Dominico. Especialmente cariñoso se mostró con el actual alcalde. De Alfredo Canteli dijo que «volvía a la inauguración de la s fiestas de su casa» y alentó a la actual directiva del club de campo a que «sigan mirando hacia adelante y al servicio de los socios», recalcó el párroco.

La eucaristía no pasó por alto el día grande de Asturias y recordó la importancia del Real Sitio de Covadonga como lugar de peregrinaje. «Representa un imán poderoso e irrepetible», destacó. El padre Valdés también ponderó el trabajo realizado desde el Centro Asturiano. «Un modelo de encuentro humano que ayuda a vivir en paz y armonía a través de todas sus actividades». El himno de Covadonga y el Asturias Patria Querida pusieron el broche final a una ceremonia que contó con el acompañamiento musical del Coro del Centro Asturiano.

La fabadona

Tras la ceremonia religiosa, el olor a fabada indicaba que era hora de sentarse a la mesa. Veintisiete kilos de fabes, siete de chorizos y morcillas y diez de lacón y panceta, todo cocido a fuego lento, fueron los ingredientes que conformaron la fabadona. En total se sirvieron 250 raciones, acompañadas de otras tanta de arroz con leche. Las manos expertas de Consuelo Corral fueron las encargadas de darle el toque. «La hacemos como la de casa pero a lo grande», ironizó. El secreto, echarle cebolla y aceite de oliva para «suavizar la faba».

La última palabra la tuvieron los comensales. La familia Sánchez-Cadavieco aseguró que «está muy buena, muy suavina». Ayer fue la primera vez que estos socios del Centro Asturiano se quedaron a la fabadona. «Otros años, por una cosa o por otra, no pudimos venir», se justificó Elena Caravia.

Pero no solo de cuchara se comió ayer en el Centro Asturiano. Las zonas verdes que jalonan el club acogieron a familias enteras que desafiaron al fresco. «Llevamos viniendo toda la vida, es una tradición que esperamos transmitir a los pequeños de la casa», aseguró José Luis Sánchez.

A pesar de que la afluencia de gente durante la mañana fue notoriamente menor que en años anteriores se compensó con la llegada de la tarde. La verbena y los fuegos artificiales animaron a los socios a subir a las instalaciones del Naranco a disfrutar de las fiestas.

Las primeras como presidente del Centro Asturiano para José Manuel Granda. «Estoy encantado con todo porque es un día muy importante para los socios, es el día clave», enfatizó. El próximo 15 de diciembre se celebran elecciones para elegir nuevo presidente y junta directiva.

José Manuel Granda adelantó que posiblemente se presente como candidato a presidir el centro ya de forma oficial. En la actualidad, ocupa el cargo tras la dimisión de Alfredo Canteli una vez que se conoció que se presentaba a alcalde del municipio. «El problema de este club es que como Canteli dejó el nivel tan alto ahora te da miedo porque cualquier cosa que hagas tiene que superar lo que él hizo y eso cuesta mucho trabajo. Nosotros tenemos experiencia. Yo llevo con Alfredo veinte años y aprendí algunas cosas. La junta quiere y algunos socios me lo piden», explicó José Manuel Granda.

Las fiestas del Centro Asturiano en honor a la virgen de Covadonga concluyeron con las tradicional romería y verbena y con el espectáculo de fuegos artificiales como broche final.

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