El Centro Asturiano prevé invertir 1,5 millones en tres años

Ese es el coste que estima la directiva para dos de las tareas pendientes en el Centro Asturiano: la cubierta de las pistas de pádel para permitir su utilización con mal tiempo y la construcción de un gimnasio en la zona de la antigua piscina climatizada. A las dos obras, en conjunto, se les estima un presupuesto de ejecución por encima del millón de euros. El club también quiere realizar una renovación del césped del campo de fútbol, que tiene 15 años. Con todo, Granda confió en no tener que acudir a las entidades de crédito para financiar las obras, «aunque tengamos una magnífica relación con Caja Rural, que siempre nos ha tratado muy bien, preferimos afrontarlas si es posible con recursos propios», explicó.

Con un presupuesto de 4,3 millones de euros, la anualidad de la deuda del club consume unos 600.000, que la directiva pretende amortizar pronto para liberar recursos con los que afrontar nuevas necesidades e instalaciones para sus 17.000 socios. Quedan pendiente de amortizar cerca de cuatro millones de euros de deuda financiera, por lo que la directiva espera liquidar los créditos en seis años. «Económicamente el club está bien, pero hay que ser prudentes», explicó Granda tras la asamblea a la que asistieron casi un centenar de socios, el máximo que permite la normativa sanitaria. Todos, en butacas preasignadas y separadas más de metro y medio sobre el parqué del polideportivo del club social del Naranco.

El club mantiene los buenos números, a pesar de los gastos hechos para la adaptación de los edificios a las nuevas medidas sanitarias o de los cierres intermitentes de las instalaciones con las sucesivas olas de la pandemia. «Solo en adaptar las instalaciones y en contratar a ocho empleados más nos hemos tenido que gastar 208.000 euros», explicó el presidente.

El club, como tantas otras entidades asamblearias, no pudo aprobar el año pasado la liquidación del ejercicio de 2019 ni someter a los socios el presupuesto del año pasado por el estallido de la pandemia y las restricciones a la reuniones impuestas por el estado de alarma.

Preocupaba también la caída del número de socios, pero tras varias iniciativas para captar nuevos abonados con descuentos en la cuota de entrada, la cifra ha vuelto a estabilizarse en los 17.000.