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La grúa retirando un coche de una plaza de la zona azul. MARIO ROJAS
Los coches a los que la Policía libra del pago de la grúa caen al 50% tras el incidente de Taboada

Los coches a los que la Policía libra del pago de la grúa caen al 50% tras el incidente de Taboada

Las escuchas de la 'trama Enredadera' revelan el irregular uso del servicio y del desguace: los coches iban a parar a un único taller en La Manjoya

JUAN CARLOS ABAD

OVIEDO.

Viernes, 17 de agosto 2018, 02:53

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Los vehículos que entraron en 2017 en el depósito municipal por «motivos de seguridad «robos, puerta abierta...)» y aquellos que quedaron exentos de pagar las tasas por no estar sujetos a las mismas cayeron en picado con respecto a 2016. Si hace dos años hubo 184, el ejercicio pasado fueron 86.

La razón puede explicarse tras el incidente de Taboada. A la vicealcaldesa le retiró su coche la grúa municipal de un reservado próximo al Ayuntamiento en 2016. No abonó ni sanción ni la tasa por el arrastre. Un informe de la Policía Local sin firma y que desapareció y apareció, señaló que el coche se retiró por motivos de seguridad al tener una ventanilla bajada y que no cabía sanción. El caso llegó hasta Fiscalía, tras una denuncia de Ciudadanos que el Ministerio Público archivó. Ricardo Fernández, concejal de Seguridad Ciudadana tomó cartas en el asunto y para no ver dañada la imagen del servicio ante la posibilidad de que los expedientes de la Policía Local queden en un limbo, requirió a la jefatura que todos esos arrastres se le comunicasen directamente. El resultado: la cifra de coches que se van sin pagar del depósito se ha reducido a la mitad.

La baja es considerable, como lo es también el uso general de la grúa. Con respecto a 2016, cuando se retiraron 5.525 entradas en el depósito, durante los doce pasados meses la cifra fue de 4.570. Un millar menos. El descenso de coches transportados hasta el aparcamiento de la Ería comenzó en 2013 desde que un año antes, en 2012, se retiraron 20.370 vehículos, uno cada 24 minutos.

La destitución de José Manuel López, ex jefe de la Policía Local investigado en la trama de amaños de contratos públicos por la 'operación Enredadera', no fue la primera en el escalafón. En enero de 2017, el concejal de seguridad cesó a Manuel Nieves responsable de la grúa y afín al comisario. Lo hizo tras el caso de Taboada y después de que, como desveló este diario, el propio concejal tuviese que esconderse detrás de un seto para pillar a los agentes que se llevaban los coches abandonados en el depósito, una media de más de 120 al año a un taller en La Manjoya, concesionario del mantenimiento de los vehículos de la Policía.

Las grabaciones de la UDEF también dejan claro a quién se llevaban esos coches. Cuando estalló el escándalo de las 'tarjetas blue', aquellas que se daban desde Rubín arbitrariamente para no pagar la zona azul o aparcar en zonas prohibidas a magistrados, cargos del PP, alcaldes de barrio o mandos de Policía Nacional, Guardia Civil o sus familiares, también se supo que estos vehículos abandonados en el depósito municipal estaban al margen de la gestión municipal. De los 120 coches y motos vendidos y desguazados al año, las arcas del Consistorio no veían un euro y Ricardo Fernández ordenó que se vendieran en pública subasta. La orden se desobedeció. De ahí que se escondiese el concejal. Con el arrastre del coche de Taboada y la autogestión del desguace, la destitución del responsable de la grúa se entienden mejor ahora. Más, a la luz del sumario.

«El tripartito de caza»

En una de las llamadas que obran en los autos de la 'operación Enredadera', fechada el 8 de junio de 2017, el comisario López recibe una llamada de Paco. Este le informa que «ayer estuvo el tripartito revolviéndolo todos los contratos de la Policía Local, para ver si encontraban algo» y que «parece ser que no iban hacia los proveedores sino hacia él (contra José Manuel), para comprobar lo que había». El comisario contesta que «no hay nada» y su interlocutor responde que «ya lo sabe».

«Esta gente anda de caza y hay que tenerlo todo correcto», responde el interlocutor del comisario a lo que este replica que «sí, que andan buscando cualquier cuestión» y a renglón seguido le pregunta por dónde le viene el asunto. Paco contesta «que se lo dijo Javier el de La Manjoya». José Manuel entiende que «pueden estar mirando el contrato de la grúa u otros contratos, pero no hay nada que temer».

La conversación se torna entonces más política. José Manuel dice en alusión a la búsqueda de papeles por parte del gobierno -en plena licitación del contrato de las emisoras- que «los contratos de la grúa o lo de los coches que se llevaba Javier -el de la Manjoya-, no tienen nada que ver». Paco contesta que «ahí, el problema lo va a tener el concejal, van a salir todas las cosas, algo que no costaba al Ayuntamiento ahora está costando dinero» y que «pasó lo mismo con las tajetas, que se controlaban y luego se meten ellos y se las han venido a dar a quien quieren». José Manuel dice que él ha podido cometer algún error pero no lo cree, que miren todo lo que quieran.

Dos meses después de aquello, vía telefónica también, supuestamente, desapareció otra multa. «Quédatela de recuerdo» le dice el comisario a Ramón Argüelles, «te debo una, cabronazo», responde el coordinador de Izquierda Unida que había dejado el coche junto a la sede de la formación.

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