El complejo de la Fábrica de Gas se rehabilitará en torno a una gran plaza con cinco accesos
La explanada verde incorporará a la chimenea y los depósitos de agua e irá conectando con los diferentes edificios residenciales
El gran proyecto que Ginkgo, el fondo de inversiones con capital europeo que cerró hace un año y medio la compra a EdP de la ... Fábrica de Gas, se vertebrará sobre una gran plaza verde con cinco puntos de acceso, en la que se integrarán la chimenea y el depósito de agua. El objetivo, según fuentes cercanas a la operación, es que en los 52 millones de euros de inversión para la conversión del conjunto en un polo residencial con usos mixtos, esté también la creación de nuevos espacios urbanos como esta explanada arbolada que repartirá las entradas a los distintos edificios residenciales –entre los planes del prestigioso arquitecto Patxi Mangado está la construcción de 158 pisos, unos sesenta más que el plan Portela– así como el gasómetro y los aparcamientos, tanto públicos como privados.
De esta forma, la Fábrica de Gas pasará de ser un ámbito cerrado a ser disfrutado por los vecinos, que podrán pasear o disfrutar de las vistas. Además, entre los planes está la construcción de una pasarela voladiza que conectará a la Fábrica de Gas con el resto del casco histórico.
Estas mismas fuentes salen al paso de las críticas sobre la posible pérdida del patrimonio. Defienden que su interés, junto al de Mangado, es «resaltar esos elementos», que son ya una enseña de la ciudad. «Una de las apuestas más importantes que hacemos es la conservación de este patrimonio porque el objeto social de Ginkgo es la conservación adecuada de estos elementos».
Como ejemplo de este proyecto «enormemente relevante» ponen al gasómetro: «Lo vamos a transformar en un símbolo completamente diferente», inspirándose así en otros proyectos europeos como los realizados en Viena con su transformación en pisos.
Los planes que a finales del año pasado manejaba el fondo eran aprovechar su interior para la realización de una torre de nueve plantas con pequeños pisos de una o dos habitaciones, a los que se podrá acceder a través de un ascensor exterior de estética industrial y en cuya construcción primarán elementos como el vidrio y la madera, y que se encargará de convertir en un faro de luz un gran patio central iluminado.
Tiempo
Pero para llegar hasta este punto de la operación falta tiempo; mucho de hecho. Las previsiones pasan por cinco o seis años para la consecución del plan completo. Por el momento se ha dado el primer paso con el inicio de las demoliciones.
Unos trabajos que se dividirán en dos fases, siendo esta primera la que se puso en marcha anteayer, actuando durante dos meses en los edificios no protegidos y dando paso a un paso posterior –sin fecha– de intervención en los elementos singulares. Los trabajos los acomete la empresa barcelonesa Hercal con un presupuesto de unos seis millones de euros. A lo largo de esta primera semana de actividad se colocarán cinco kits para monitorear en cada momento los elementos más emblemáticos con el fin de que en ningún momento se vean afectados.
En concreto, estas sondas estarán presentes en la nave de la Popular Ovetense, la chimenea, el depósito de agua, la marquesina de Sánchez del Río y en otros edificios relevantes, incorporando «fisurómetros, aceletrómetros, inclimómetros junto a niveles de temperatura y humedad». Es decir, y con el símil sanitario, se controlarán todas las constantes de los prestigiosos bienes para evitar que las vibraciones u otro tipo de movimiento les afecten. En caso de que haya una pequeña anomalía saltará una alarma. «Hora a hora tendremos datos de cómo estos bienes van admitiendo las obras de alrededor y si hubiese algún movimiento no deseando se investigará, se resolverá y se continuará los trabajos», según añaden estas mismas fuentes.
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