Condenado a dos años y tres meses de cárcel por cobrar la pensión de un fallecido

La rebaja de la pena y de la indemnización solicitadas se debe a que no se ha podido acreditar desde qué fecha comenzó a cobrar indebidamente la pensión del fallecido. El juez solo pudo confirmar, gracias a la documentación y al testimonio del propio procesado durante el juicio celebrado el pasado mes de octubre, el fraude a partir de 2011 pero no antes. Seis años en total.

Este fue el argumento al que se agarró su defensa, Héctor Díaz, durante la vista oral. El abogado argumentó que no había «ninguna prueba» que pudiese acreditar que su defendido cobrase la pensión indebidamente entre 1995 y 2011.

Lo que sí reconoció el ahora condenado en sede judicial es que comenzó a cobrar la pensión de forma indebida a partir de 2011 y hasta 2017 «para sobrevivir». Argumentó que el fallecido era conocido de sus padres y que debido a esa relación, la madre del procesado llegó a figurar como cotitular de la cuenta del jubilado. Era ella la que se encargaba de sacar el dinero, explicó durante la vista oral. Cuando la mujer enfermó, tras una operación de cadera que la dejó impedida, el jubilado autorizó que el procesado figurara también en la cuenta. Tras la muerte del pensionista, en 1995, la mujer siguió cobrando la pensión.

El tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial aceptó esta versión de que mientras vivía su madre y que sólo comenzó a cobrar de manera fraudulenta a partir de la muerte de su progenitora porque no tenía otros ingresos eso sí, el fallo matiza que «ocultó deliberadamente» al Instituto Nacional de la Seguridad Social el fallecimiento del jubilado por lo que solo se pudo demostrar que el condenado se apropió de un total de 48.979 euros de 2011 hasta marzo de 2017. La defensa del condenado estudia recurrir el fallo judicial.