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Uno de los coches atacados en Nochevieja, en una imagen facilitada por la concesionaria.

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Uno de los coches atacados en Nochevieja, en una imagen facilitada por la concesionaria. E. C.

El conflicto entre trabajadores y TUA se encona tras el ataque a veintidós autobuses

La Fade califica los actos de «kale borroka orquestada por matones»; el comité se desvincula de los hechos | La concesionaria califica de «barbaridad» el sabotaje sufrido por los vehículos la tarde del lunes

JUAN CARLOS ABAD

OVIEDO.

Miércoles, 2 de enero 2019, 04:00

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El conflicto entre TUA y los trabajadores se encona tras el ataque sufrido por 22 autocares durante la pasada tarde de Nochevieja. Lo que en origen reclamaban la parte social, el derecho al descanso en jornada -treinta minutos en los tajos de más de seis horas y cuarenta y cinco en los de nueve- así como la regulación del sistema de etilómetros conocido como 'Alcolock' que inutilizan los coches al dar positivo por alcoholemia ha quedado, durante los pasados dos días, difuminado por la actuación de lo que la empresa denunció como «grupos organizados» que sabotearon los coches «de manera premeditada» a media hora de la finalización del servicio -a las 20 horas- de la tarde del 31 de diciembre. Algo que la dirección no dudó en calificar como una «barbaridad» al verse reventadas las lunas con pasajeros a bordo.

Tampoco ahorró críticas la Federación Asturiana de Empresarios, que tachó de «kale borroka» los sucesos de Nochevieja. La patronal asturiana condenó ayer con dureza «los actos de sabotaje» contra los autobuses de la empresa TUA, que calificó de «inadmisibles y de extrema gravedad, no solo por el chantaje hacia la empresa que suponen estas acciones, sino porque han puesto en serio peligro la integridad física de conductores, pasajeros y viandantes». En un comunicado, Fade condena «enérgicamente esta especie 'kale borroka' orquestada por auténticos matones, un vandalismo absolutamente impropio de una sociedad democrática» y solicita a las autoridades «la máxima diligencia en desenmascarar a la organización que pudiera estar detrás de estos actos tan cobardes».

Ayer, el comité de empresa se desmarcó de los actos violentos contra la flota de la concesionaria del servicio, al tiempo que apuntó a otros sindicatos como responsables del sabotaje. Lo hizo un día antes de la huelga anunciada para hoy, mañana y pasado y tras haber visto cómo la empresa desistía, luego de conocer los ataques, a comparecer en la reunión convocada en el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (SASEC).

De esta manera aparece en la ecuación del conflicto la lucha en el seno de la parte social por la capacidad de negociación con la dirección. Desde los actuales representantes de los trabajadores se apunta como autores de los hechos a aquellos que «no desean que el comité y la dirección de la empresa lleguen a ningún tipo de acuerdo» en contra, denunciaron en un comunicado, «del interés de los trabajadores de TUA» al preferir «ser ellos los que firmen los acuerdos con la patronal del sector y decidir las condiciones de trabajo de aquellos a los que no representan».

Así, el comité de empresa de TUA, en manos de la Unión Sindical Obrera (USO), se valió de antecedentes en diferentes negociaciones del sector para explicar la brecha que separa a ambas partes desde que el pasado martes 4 de diciembre se convocara la primera jornada de huelga y pese a que, desde el Pleno del Ayuntamiento se instara a trabajadores y empresa a solucionar el conflicto.

Para el comité, TUA responde a su matriz, ALSA, al fiar su capacidad de negociación al ámbito del Convenio Provincial del Transporte, «donde en los últimos años han sido muy favorecidos, y no han previsto que, tras las rupturas habidas en el seno de CCOO y UGT, surgirían nuevas tendencias dentro del sindicalismo que por definición serán mucho más activas y menos dialogantes», indicaron.

Asimismo, el comité quiso poner tierra de por medio frente a «la acusación directa que desde la empresa se hace en los medios de comunicación hacia los trabajadores de TUA como responsables de estos actos violentos», recordando, a su vez, «la participación activa» en las reuniones a las que ha sido convocado, tanto en el SASEC como en la Alcaldía, y que «tales actos de violencia no favorecen en nada» a su «intención de llegar a acuerdos».

Con la desconvocatoria de la reunión y las hondas diferencias entre dirección y trabajadores, la ciudad se apresta a vivir tres nuevas jornadas de paros en un servicio que utilizan cada día más de 30.000 ovetenses. Si tampoco hay solución, la huelga será indefinida. El número de autobuses atacado no difiere de los 21 que prestarán los servicios mínimos durante los próximos días si antes no se produce un acercamiento entre las partes que hoy parece aún más lejano.

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